
Mártires.
Un antropólogo de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, Joseph Henrich, está demostrando que los mártires son la cosa más necesaria para las confesiones religiosas. Sin mártires no hay seguidores fieles. Incluso ha creado un modelo matemático para demostrar su tesis. Seguramente el planteamiento es válido no solo para las religiones sino para las ideologías en general.
Hoy, que se hablará en los periódicos de la detención en Chile de uno de los infames ejecutores y torturadores de Victor Jara, es un buen momento para reflexionar sobre la estupidez de los tiranos al crear inolvidables mártires. El asesinato político o religioso es siempre nefasto para quien lo produce. En palabras de Fouchet, la creación de mártires es peor que un crimen, es un error.