
Una casualidad, un misterio…
El orgasmo masculino, desde una perspectiva evolucionaria, es algo muy lógico. Tiene relación con la capacidad reproductiva en el varón, en la medida en que implica el aporte de esperma.
Paralelamente, el orgasmo femenino también se ha querido vincular a la capacidad reproductiva de la mujer.
Elisabeth Lloyd, de la Universidad de Indiana, enunció hasta 21 explicaciones evolutivas posibles del climax en la mujer. Pero esa misma profesora, en un famoso libro, explicó que todas esas 21 hipótesis chocaban contra un hecho irrefutable: ningún estudio ha establecido una correlación entre la capacidad reproductiva de una mujer y su capacidad para tener orgasmos.
Si el orgasmo femenino tuviese una función reproductiva real, las fecundidad de la mujer y la capacidad para obtener orgasmos estarían asociadas, después de muchos milenios de evolución. Pero no es así.
Más aún, como sabemos, muchas mujeres parecen obtener orgasmos sin ninguna necesidad de realizar un acto reproductivo. Esto aún debilita más la hipótesis de que establece paralelismos evolutivos entre el climax del hombre y el de la mujer.
Por el momento, el orgasmo femenino es simplemente un gran misterio, una rara casualidad…Y, ay, me temo además que un buen número de mujeres estarán de acuerdo, por otras razones bien diferentes, con un enunciado como éste…