Mayo
31

Risa tonta.
Por lo visto, las hienas no se ríen por estar satisfechas o para burlarse de sus rivales. Se ríen porque están frustradas. Nicholas Mathevon, biólogo de la Universidad Jean Monnet, de Saint-Etienne lo está demostrando.
Son criaturas muy jerárquicas y la risa es una muestra de que los animales subordinados están cumpliendo con las órdenes de permanecer quietos mientras los dominantes se zampan la carroña.
Se ríen de desesperación ante los abusos de los poderosos y la impotencia frente a ellos.