Joludi Blog

Jun 27
PIB
Cada vez que escucho hablar del gran crecimiento del PIB a ese engreído e insufrible ministro que dirigía Lehman Brothers en Europa justo cuando estalló la gran crisis económica, en cuyo desencadenamiento dicha firma tuvo como bien sabemos un...

PIB

Cada vez que escucho hablar del gran crecimiento del PIB a ese engreído e insufrible ministro que dirigía Lehman Brothers en Europa justo cuando estalló la gran crisis económica, en cuyo desencadenamiento dicha firma tuvo como bien sabemos un papel destacado, me dan náuseas.

El crecimiento del PIB no es un parámetro válido para evaluar el éxito de ninguna labor política. Ni para confirmar la salida de ninguna crisis. El crecimiento del PIB es perfectamente compatible con un incremento de la precariedad laboral, con un aumento descomunal de la deuda de las familias y del Estado, con un despojo de los derechos ciudadanos, con una degradación de la sanidad y educación pública y con un incremento de la desigualdad económica. En realidad, no solo hay compatibilidad entre todo lo mencionado y el PIB, sino que, en cierto sentido, existe relación de causalidad: lo uno ocasiona lo otro y viceversa.

La ejecutoria de un gobierno debería valorarse tan solo por su capacidad de elevar la “felicidad media” de los ciudadanos. Esa valoración es muy difícil. Pero al menos sabemos empíricamente que crecimiento de PIB y felicidad no están correlacionados. Los países que más han crecido en PIB en las últimas tres o cuatro décadas, como es el caso de Estados Unidos, son también los países en los que las investigaciones demuestran que el nivel medio de felicidad no solo no ha aumentado, sino que ha decrecido. En cambio, en los países de Europa continental, donde el crecimiento del PIB ha sido mucho más moderado, la felicidad media sí parece haber aumentado en el mismo período.

Los norteamericanos en particular epitomizan el problema. Se sienten cada vez más aislados, más carentes de relaciones sociales, más amenazados, más atemorizados, más obsesionados con el consumo como lenitivo de la soledad, más volcados en el trabajo y en la conquista del dinero. Y mucho más deprimidos. Pero, eso sí. Su PIB crece magníficamente.

Pretender que un gobierno ha actuado bien por el mero hecho de que el PIB crezca no se cuántas décimas más de lo previsto es una colosal estafa intelectual. Y que nosotros nos traguemos esa estafa revela hasta qué punto estamos desinformados, desorientados y carentes de coraje para correr a gorrazos a los impostores.


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