Joludi Blog

Jun 22
Zombis.
Cada siglo tiene sus terrores, que no son sino el anverso de su propia utopía.
El XVIII, el Siglo de la Razón y del retorno a la Naturaleza engendra como monstruos a extrañas criaturas deformes, a gigantes y a locos.
El XIX, el wondrous...

Zombis.

Cada siglo tiene sus terrores, que no son sino el anverso de su propia utopía.

El XVIII, el Siglo de la Razón y del retorno a la Naturaleza engendra como monstruos a extrañas criaturas deformes, a gigantes y a locos.

El XIX, el wondrous century, el tiempo de los nuevos prodigios de la Ciencia, crea primero a Frankenstein, ese reverso tenebroso de la tecnología, y luego, cuando cristaliza la obsesión victoriana por el sexo y la muerte, hace surgir a Drácula.

En el XX son los los zombis los que surgen como proyección de las ansiedades sociales y las contradicciones colectivas…

Ahora, los zombis vuelven a estar más de moda que nunca. Se venden novelas sobre el tema. Se escriben ensayos. Incluso me he enterado que se está terminando una película navideña protagonizada por zombis, tal vez al estilo de la maravillosa Novia Cadaver de Burton que, en realidad, era una película de zombis.

Las pandemias, el pánico nuclear, el calentamiento global, la crisis económica…los zombis parecen sintetizar también todo lo que la sociedad del XXI teme o espera. Ocurre entonces que estas criaturas han traspasado el umbral del XXI sin perder su condición de epítome de nuestros terrores colectivos.

Es lógico. Es difícil detenerlos. Ya se sabe, solo una bala en la cabeza o, preferiblemente, una decapitación.