Joludi Blog

Jun 23
Si tienes algo que decidir, decídelo mañana.
En el 2006, Ap Dijksterhuis, de la Universidad de Amsterdam realizó varios experimentos con voluntarios que parecían demostrar la importancia de pedir ayuda al subconsciente ante en determinadas decisiones...

Si tienes algo que decidir, decídelo mañana.

En el 2006, Ap Dijksterhuis, de la Universidad de Amsterdam realizó varios experimentos con voluntarios que parecían demostrar la importancia de pedir ayuda al subconsciente ante en determinadas decisiones muy complejas. Según Dijksterhuis, cuando el problema es muy difícil y no tenemos suficientes elementos para decidir, es mejor dejar que la intuición nos ayude a elegir la mejor opción, y nada mejor para ello que dejar la decisión para el día siguiente…
Es una posición muy controvertida. Resulta raro, y un tanto ultrajante para nuestra condición de mentes pensantes, que una noche de sueño nos facilite más el acierto que una jornada de análisis. Pero así parece ser en muchos ámbitos. Tal vez por ello hay que tener en cuenta el famoso consejo zen que dice “si tienes algo importante que decir, dilo mañana”. 
Yo creo que hay que ser prudente con estos planteamientos. De hecho, más recientemente, Daniel Lassiter de la Universidad de Ohio ha llegado a conclusiones algo distintas. Lo que parece que nos lleva a tomar decisiones erróneas es la presión por decidir cuanto antes, no tanto el análisis en sí mismo. En este sentido, “dormir un problema” ayuda a decidir mejor, pero no por el factor subconsciente, sino porque nos libera de la premura por tomar una opción. Axel Cleeremans de la Universidad de Bruselas parece haber confirmado esta idea. Ambos ponen incluso en duda la existencia misma de la noción “análisis subconsciente”.
Sea como sea, lo que parece que queda claro es que resulta sabio no tomar las decisiones inmediatamente, si es que nos podemos permitir “dormirlas”. 
Ya sea por el efecto del análisis subconsciente (que en alguna medida debe existir, eso es casi seguro) o por cualquier otro factor, parece que el consejo zen es correcto. 
Tanto si se trata de decir algo como si la cuestión es decidir, mejor consultarlo con la almohada.