Joludi Blog

Jul 19
En el Limbo.
La exposición El Siglo de Oro, inaugurada el pasado 1 de Julio en la Gemäldegalerie, es un acontecimiento artístico de primerísimo orden mundial. Las principales salas del edificio de Mies Van der Rohe albergan hata el 30 de Octubre un...

En el Limbo.

La exposición El Siglo de Oro, inaugurada el pasado 1 de Julio en la Gemäldegalerie, es un acontecimiento artístico de primerísimo orden mundial. Las principales salas del edificio de Mies Van der Rohe albergan hata el 30 de Octubre un fastuoso tesoro de ciento cincuenta obras maestras que, en muchos casos, te resultará casi imposible contemplar si no es gracias a una exposición como esta, que en cierto modo será irrepetible. ¿Cómo hacer posible de nuevo que tantas y tan variadas entidades accedan a aportar sus obras?¿Cómo coordinar otra vez a más de sesenta entidades diferentes, desde grandes pinacotecas como la National Gallery de Londres, el Metropolitan o el Rijkmuseum, hasta entidades a las que nos resultará improbable acudir un día, como la colección familiar del Duque del Infantado o la de la Universidad de Sevilla?. Eso solo lo consiguen los alemanes y muy de vez en cuando. Yo he disfrutado lo indecible entre tanta maravilla. He pasado largas horas allí, y aún creo que he salido a la luz del Kulturforum sin apenas haber probado más que un insignificante bocado del enorme festín de belleza que encierra la Galería Nacional de la República Federal.
Pero me ha entristecido mucho comprobar que no había audioguías en castellano, lo que priva a  los visitantes españoles en Berlín del acceso a unos comentarios de cuya calidad excepcional doy fe. Tampoco he encontrado una versión en español del magnífico catálogo de la exposición, que me he apresurado a comprar en su edición inglesa y que me ha permitido prolongar e intensificar aún mas el placer de la visita.
Estas dos carencias son incomprensibles, teniendo en cuenta que son las instituciones españolas las que mas obras han aportado al evento.
¿Dónde estaban los responsables culturales de nuestro país cuando se tomaron las decisiones de marginar el castellano en El Siglo de Oro?
Seguramente estaban en el limbo. Y les debió dar la idea una de las más importantes obras expuestas estos días en Berlín, Cristo en el Limbo, de Alonso Cano. Es una absoluta belleza, cedida por el Museo de Arte de Los Angeles County, y cuyo boceto preparatorio tenemos en Madrid, en la Academia de San Fernando. Es un lienzo imposible de obviar pues mientras que el cielo, el Infierno y el Purgatorio abundan como tema en la pintura universal, no ocurre lo mismo con el Limbo, que es rarísimo verlo imaginado por un maestro, y menos de la talla de Alonso Cano. Les ha debido impresionar este Limbo a nuestros prebostes culturales y han olvidado sus obligaciones con respecto a nuestro idioma.


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