Joludi Blog

Ago 6
San Millán.
Para esquivar el calor de Madrid, se me ocurre viajar desde Galicia hasta el Monasterio de San Millán haciendo el camino inverso de Santiago hasta llegar a la Sierra de la Demanda, donde hoy la temperatura no pasará de 24 grados.
Les...

San Millán.

Para esquivar el calor de Madrid, se me ocurre viajar desde Galicia hasta el Monasterio de San Millán haciendo el camino inverso de Santiago hasta llegar a la Sierra de la Demanda, donde hoy la temperatura no pasará de 24 grados.
Les propongo a las chicas San Millán por dos razones, además del clima delicioso.
La primera razón es que San Millán es un sitio apropiado para los que, como yo, estamos morbosamente obsesionados por el lenguaje. Dice el tópico que aquí nació la lengua castellana. Eso es cosa disparatada, pues las lenguas no tienen fecha ni partida de nacimiento, sino que su naturaleza se va materializando poco a poco. Pero es verdad que este caserón riojano, donde tuvo su sede durante siglos una de las principales editoriales de Europa (es decir, uno de los principales scriptorium, (en el que los agustinos amanuenses copiaban sin cesar manuscritos aburridísimos), es uno de los lugares donde se empezó a hablar algo que ya se parecía al idioma en el que estoy escribiendo estas letras. “Per los seculos de los seculos”, glosaban a veces al margen aquellos frailes, y no “in secula seculorum”, lo cual es muy significativo.
Además, en San Millán encontramos la pista si no de la fecha del bautismo de la lengua, sí de su filiación, pues muy posiblememente fueron los vascoparlantes los que dieron origen al castellano, al tratar de hablar malamente el latín.
-¿Estás diciendo que los vascos fueron los inventores del castellano?-se sorprende Mercedes.
-En cierto modo sí, por extraño que parezca. La paternidad vasca es la única que puede explicar la llamada “anomalía del castellano”.
-¿Anomalía?-sigue preguntando Mercedes.
-Fíjate-le explico-mientras nos decidimos a subir hacia Suso-en todas las lenguas romances, la palabra hijo comienza por la letra f. Así ocurre en portugués, en italiano, en francés, en rumano, en catalán… Y esto es natural, porque en latín hijo se decía filium. Solo en castellano desaparece completamente esa “f latina”. Y no solo en la palabra hijo, por supuesto, sino en muchas más, desde hecho hasta hogaza. Esta anomalía se explica por una razón muy sencilla: los vascos fueron los primeros hablantes de lo que llamamos convencionalmente castellano primitivo, y ocurre que en euskera arcaico simplemente no existía la letra f…Esta y otras razones de más sustancia filológica hacen sospechar que fueron realmente los vascos de Navarra y la Rioja los primeros hablantes de algo como el castellano. Y que lo hicieron cuando trataban de farfullar, a su manera, el latín.
-Muy curioso-me dice Mercedes-Pero ya sabes que a mí me aburren un poco todas estas cuestiones filológicas que tí tanto te llaman la atención. Por cierto, me decías que había otra razón para que interesase venir a San Millán. Espero que no sea otro de tus rollos lingüísticos…
-Es una razón más triste, y en la que se mezcla la historia y la actualidad, no el lenguaje.
-Explícate.
-San Millán, es decir, San Emiliano, fue el otro gran santo “matamoros” de los cristianos ibéricos, junto con el Patrón oficial de España, el Apóstol Santiago (también, por cierto, San Millán fue considerado durante mucho tiempo Patrón de España, y al mismo nivel que el Apóstol guerrero). Son innumerables las muestras de la hagiografía y la iconografía que nos pintan a un aguerrido San Millán, montado en bello alazán y blandiendo tremenda espada, a menudo flamígera, que aniquila sin piedad a las huestes islámicas, tal como se supone que hacía también Santiago el Mayor en favor de los cristianos. Y eso, mira por donde, quién lo diría, resulta que es de rabiosa actualidad.
-¿Lo dices por la creciente fobia hacia lo musulmán en toda Europa?
-Exacto. Basta leer los periódicos. Desde el 14 de Julio pasado por ejemplo, cuando tuvo lugar la tragedia de Niza. Nadie hubiera imaginado que en menos de un mes, y en un solo país, nada menos que en Francia, hubiesen ocurrido cosas que nos remiten a los peores episodios xenófobos de la Edad Media (o al antisemitismo de los nazis). Podemos mencionar algunos de esos eventos: dos mezquitas incendiadas, cinco mezquitas profanadas con grafittis antiislámicos, una mezquita profanada con una cabeza de cerdo, catorce denuncias de agresiones o discriminaciones a musulmanes de diferente gravedad…
-¿En menos de un mes todo eso?
-En menos de un mes. Y en el país que es la cuna de los Derechos Humanos. Por eso digo que tiene sentido venir a San Millán, el monasterio erigido en recuerdo de un cruel santo matamoros, para reflexionar sobre la pervivencia de muchas cosas lamentables que creíamos, erróneamente, desaparecidas para siempre. Y sobre la importancia de aprender de la Historia. Siquiera algo.
Y diciendo esto nos quedamos en silencio, dejando abajo el caserón de Yuso (como el giu italiano o el sous francés) y continuando nuestra caminata hacia el pequeño monasterio de Suso, es decir, el monasterio de arriba, (como el dessus francés o el su italiano). Y ya, francamente, con ganas de llegar.


  1. wfosbery ha reblogueado esto desde joludi
  2. joludi ha publicado esto