Oct
1
Consuelo
Marta me reprocha que me estoy metiendo siempre con todo y con todos. Con las miserias de los políticos. Con la necedad de la televisión. Con los abusos del poder. Con la ignorancia temeraria de los tertulianos. Con la domesticación de los medios. Con las falacias del márketing y la publicidad.
Tiene razón. Y me preocupa. Pero he tenido un pensamiento consolador.
Tal vez sea una pura cuestión de necesidad biológica. Tal vez para llegar un día a las puertas de la muerte con cierta resignación sea necesario convencerse de que el mundo está lleno de imbéciles. Prepararse a la muerte, que es algo a lo que todos estamos abocados, no sería otra cosa sino convencerse de la idiotez universal. Quién sabe.
