Joludi Blog

Oct 15
Cantos, cuentos y encantos.
Curioso debate el que ha despertado el Nobel de Dylan. En realidad es un debate más bien bizantino, atizado por los que se sienten damnificados por la decisión de la Academia (editores y sus adláteres, sobre todo). En...

Cantos, cuentos y encantos.

Curioso debate el que ha despertado el Nobel de Dylan. En realidad es un debate más bien bizantino, atizado por los que se sienten damnificados por la decisión de la Academia (editores y sus adláteres, sobre todo). En cualquier caso, yo creo que es evidente que las canciones de Dylan están llenas de poesía, y por tanto de literatura. Pero otra cosa es que esa poesía sea tan excelsa como para merecer el Nobel. Tal vez sí. Por otro lado, el premio a ese cantante que apellidándose carpintero se quiso hacer llamar con el nombre de un poeta, y que ha llenado sus textos de alusiones a Dante, a Blake, a Poe, a Whitman o a T.S. Eliot, nos viene muy bien para recordar algo que casi resulta superfluo afirmar, a saber, que la poesía y la música están indisolublemente unidas desde el principio de los tiempos. Los primeros poemas que los hombres declamaron fueron simplemente frases musicales y mágicas dirigidas a los dioses. Palabras o mantras rítmicos repetidos una y otra vez mirando al cielo (una y otra vez porque los dioses, ya se sabe, son duros de oído). Hay antropólogos que dicen que esos mantras, esos micro poemas, nacieron incluso algo antes que el lenguaje mismo. O que fueron la verdadera semilla del lenguaje. Puede darse. Mas tarde, el destinatario de aquellas frases rítmicas y religiosas ya no fueron los dioses sino los héroes. Pero seguían siendo cantos. La Ilíada, que es el primer vagido de la literatura occidental, era, en cierto modo, tan solo una interminable canción. Una canción compuesta de 15.693 versos distribuidos en 24 cantos. Versos y cantos que generaciones de rapsodas iban matizando y perfeccionando a lo largo de los siglos. Fue después, claro, cuando los héroes y la épica dejaron paso al amor que Safo o Catulo nos enseñaron a cantar. La métrica de la poesía griega o latina no existe porque sí. Es la muestra de que esos versos estaban destinados ante todo a ser memorizados y cantados. El mismo sentido y fin tenían las rimas y los romances de aquellos trovadores medievales que abrieron el camino a formas más modernas de creación lírica, no menos impregnadas de armonía y musicalidad. Y, en fin, recordemos que canto, cuento y encanto comparten una misma raíz. Esas tres palabras se remontan al griego xano y al proto indoeuropeo kan. Este último vocablo se refiere, cosa notable, al pájaro que canta en el amanecer…Algunas canciones de Dylan provocan, ciertamente, las mismas sensaciones que nos produce el trino de un ave al alba que acaso está feliz tan solo por haber sobrevivido una noche más. Esas canciones son por lo tanto, inequívocamente creo yo, poesía. Son cantos, cuentos y encantos. Son kan.


  1. ganduleando ha reblogueado esto desde joludi
  2. joludi ha publicado esto