Joludi Blog

Nov 12
Los gatos son ingrávidos.
Los gatos son criaturas ingrávidas. Y por eso me gustan. El mal suele ser grave, pesado. El bien es ligero y a veces transparente. He aprendido eso. Yo doy fe de que los gatos son capaces de dar enormes saltos con una...

Los gatos son ingrávidos.

Los gatos son criaturas ingrávidas. Y por eso me gustan. El mal suele ser grave, pesado. El bien es ligero y a veces transparente. He aprendido eso. Yo doy fe de que los gatos son capaces de dar enormes saltos con una facilidad que parece mágica. Pero su ingravidez tiene muchas facetas. No se si te has fijado cómo se beben los pequeños felinos la leche de su platito. Parece cosa de brujas. Es cosa prodigiosa ver como la leche se pega a su lenga y así, lengüetazo a lengüetazo se van bebiendo todo el líquido. ¿No es misterioso? ¿Qué tiene en su lengua mi gato, pegamento?

En realidad el secreto es el mismo que hace volar a los aviones: el señor Bernouilli. Cuando lame la leche, el gato mueve su lengua a una extraordinaria velocidad, creando un diferencial de presión. Eso provoca una succión del líquido, una especie de ingravidez de la leche. Y el gatito la aprovecha para llevársela rapidísimamente al coleto.

Fascinantes los gatos. Seres ligeros, ingrávidos, desafiantes de toda ley, incluso de las físicas.