Joludi Blog

Feb 12
Nuevos Dioses.
La ONG conservacionista Conservation International lanzó no hace mucho una campaña de publicidad de calidad extraordinaria, técnicamente hablando, que yo no he visto hasta ahora. Consiste esa campaña en hacer “hablar” a la Naturaleza,...

Nuevos Dioses.

La ONG conservacionista Conservation International lanzó no hace mucho una campaña de publicidad de calidad extraordinaria, técnicamente hablando, que yo no he visto hasta ahora. Consiste esa campaña en hacer “hablar” a la Naturaleza, con las voces de Harrison Ford, Julia Roberts, Kevin Spacey y otros actores destacados que personifican al Océano, a la Selva, al Suelo…Los textos son sobrecogedores. Y la forma de recitarlos, una obra de arte.
Pero yo tengo mis reservas respecto a esta estrategia de comunicación, más allá de mi sincera admiración hacia los creadores de los espectaculares spots.
La idea central de la campaña es presentarnos a las grandes entidades naturales como si fuesen dioses que reprochan a los humanos su descuido y su soberbia. En cierto modo, los creativos han apelado a lo más primitivo de nuestro subconsciente colectivo como mortales y nos han devuelto a los remotos tiempos en los que nuestros antepasados veneraban y temían a Tetis/Océano, a Gea/Tierra, a Urano/Cielo y, en realidad, a toda una legión de deidades de la Naturaleza, desde Phisys a Artemisa, pasando por Antheia, Oxilus o las Nereidas, por citar tan solo el panteón de nuestros padres griegos.
Lo que me inquieta de este enfoque es que de algún modo les hará sonreir de complacencia a los negacionistas. Ellos sostienen que la nueva religión de la Humanidad es el Ecologismo (sustituyendo al Socialismo). Una religión, dicen, con dogmas de fé como el calentamiento global, que los negacionistas consideran un fraude científico, puesto que ellos consideran que los lapsos de desaparición del CO2 en la atmósfera se han sobreestimado interesadamente en un 700%.
Si el ecologismo es una nueva religión, de acuerdo, yo asumo sin dudarlo su ética y sus valores, que me parecen indispensables en nuestros tiempos. Pero no me hace feliz nada que la promoción del ecologismo me recuerde tanto a las viejas religiones; no me hace feliz que se creen nuevos dioses para sustituir a los que dichosamente han desaparecido o están en camino de hacerlo. Ni siquiera con buenos fines. Porque al hacerlo, se les están dando argumentos a los rivales.
Kierkegaard decía que el hombre moderno está tan empeñado en hacer desaparecer los viejos mitos que para conseguirlo está creando más nuevos mitos que nunca antes en la Historia.
Puede ser.


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