Joludi Blog

Oct 23
Una especie que no se extingue.
Nuestro eximio jefe de la oposición, Mariano Rajoy, realizó ayer unas declaraciones en las que mostraba su escepticismo en relación con el cambio climático. Para dar soporte lógico a su postura dijo algo así como que...

Una especie que no se extingue.

Nuestro eximio jefe de la oposición, Mariano Rajoy, realizó ayer unas declaraciones en las que mostraba su escepticismo en relación con el cambio climático. Para dar soporte lógico a su postura dijo algo así como que si los “muchos científicos que él ha conocido nunca han sido capaces de decirle el tiempo que iba a hacer en Sevilla mañana, como iba a ser que pudiésemos predecir cómo va a ser el clima en los próximos 30 años…

¿Nos merecemos realmente esto? ¿De verdad que los españoles nos merecemos unos líderes con un nivel intelectual tan ínfimo? ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

Para empezar habría que contestarle a Rajoy que no ha debido conocer a muchos científicos, porque la predicción del clima a un día vista, en cualquier punto del globo, es algo que tiene una sorprendente precisión actualmente merced a los ingentes avances en técnica meteorológica habidos durante los últimos 40 años. No merece la pena extenderse en este tema tan obvio que podemos validar cada día, cuando consultamos rutinariamente la predicción del tiempo en los periódicos o en la televisión.

Pero, respecto al tema del calentamiento global, que es más peliagudo, también sorprende la profundísima ignorancia de Rajoy, una vez que la comunidad científica internacional ha mostrado ya su pleno acuerdo, en bloque, respecto a este gravísimo fenómeno planetario y sus causas relacionadas con la actividad humana. Hasta el propio George W. Bush lo ha hecho, que ya es decir.

Los ingentes trabajos científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) han demostrado que el cambio climático es un hecho, con una probabilidad tan alta como el 90% en estos momentos.

De los 12 últimos años, 11 de ellos han sido los más cálidos desde que existen datos registrados (comenzaron los registros en 1850). ¿Le dice algo esto al señor Rajoy? ¿Le sugiere algo este tipo de hechos contrastables al sesudo jefe de los populares o seguirá haciendo bromitas sobre el tiempo en Sevilla? 

Por supuesto que estos 11 años asfixiantes pueden ser una casualidad. Pero, los científicos, señor Rajoy, pueden medir hasta que punto es probable que esto sea una casualidad.

Para eso está la ciencia estadística y sus herramientas para medir la fiabilidad de una estimación empírica de la realidad. Herramientas sobre las que muy probablemente este Registrador de la Propiedad no haya oído hablar en su vida, pero que deberían conocer sus asesores. Alguno de ellos al menos.

Y la verdad es que estadísticamente las posibilidades de que estos 11 años de calor planetario insuperable sean pura casualidad son realmente despreciables. Casi tanto como el desparpajo de Rajoy en negar la evidencia.

Tampoco se ha debido enterar don Mariano de lo que está ocurriendo en los polos. No sabe que el paso del Noroeste se está abriendo y que muy pronto será navegable (para regocijo de las navieras que hacen la ruta de Asia a Europa).  Ignora Rajoy que el Artico perdía hielo a razón de un 2% anual en 1978, mientras que ahora, en 2007, lo hace a razón de un 7,4% anual.

En los últimos 150 años (que es el período sobre el que disponemos datos, no un plazo arbitrario tomado para probar ninguna postura a priori), los datos son concluyentes. La temperatura media mundial ha subido en ese período casi un grado. Esto es un hecho. El nivel del mar ha crecido en medio centímetro. Esto es un hecho. El hielo o la nieve en el hemisferio norte ha disminuido en 2 millones de kilómetros cuadrados. Esto también es un hecho. La estupidez de los que niegan el cambio climático tiene graves consecuencias. Esto también es un hecho.

Me aterroriza que mis hijas vivan en un mundo que pueda ser gobernado por irresponsables, por ignorantes o por ambas cosas.

Propongo que entre todos le paguemos a Rajoy un viaje-solo de ida- al Artico, para que confraternice con los osos polares. Estos pronto se convertirán en especie en extinción, así que le vendrá bien a Rajoy aprender un poco de ellos, meditando con calma sobre el clima en Sevilla mientras pasea por los últimos bloques de hielo que van quedando en el Polo.

Qué lástima que se extingan animales tan hermosos. Qué rabia que los políticos irresponsables e incompetentes no se extingan jamás. Son una especie eterna, según parece.