Joludi Blog

Dic 29
Fiat.
Leo en un importante periódico un artículo, supuestamente de divulgación económica, que insiste en la inexistencia de valor intrínseco en el bitcoin. “Así como una acción o un futuro del mercado de petróleo”, dice el periodista económico,...

Fiat.

Leo en un importante periódico un artículo, supuestamente de divulgación económica, que insiste en la inexistencia de valor intrínseco en el bitcoin. “Así como una acción o un futuro del mercado de petróleo”, dice el periodista económico, “tiene detrás los bienes de una empresa o los bidones de crudo”, el bitcoin no tiene nada detrás. Es pura especulación.”
Es sorprendente que se repitan una y otra vez esta clase de disparates, seguramente con el bien intencionado fin de prevenir a los incautos que sienten la tentación de invertir en algo tan volátil como la famosa criptomoneda (especialmente volátil en la medida de que es escasa y que sus usuarios/creyentes son infinitamente menos numerosos que los de las monedas de curso legal: pura Ley de los Grandes Números en acción).
En realidad, una acción, un futuro, un bitcoin, cualquier moneda de curso legal o cualquier otro ente fiduciario, no tienen otra cosa “detrás” que la confianza generalizada en su valor de intercambio. Hasta la propia palabra lo indica, pues fiduciario viene de fé, de confianza. Puede ser la confianza de la práctica totalidad de la Humanidad, como es el caso del oro, o la confianza de unas cuantas decenas de millones de especuladores como es el caso de los compradores y vendedores de bitcoin.
Quien tiene una acción de una sociedad, confía en que esa acción tenga un cierto valor, y confía en que otros confíen de igual manera el día en que desee negociarla. Quien tiene un capital en metálico, ya sea un dólar o un bitcoin, confía en que otros confíen en esa moneda y que por ello pueda intercambiarla en el mercado por diversos bienes.
Las monedas y los billetes, incluidas las llamadas criptomonedas, valen tan solo por su capacidad real para ser intercambiadas por bienes en el mercado, no por ningún bien o metal precioso en los mostradores de los Bancos Centrales. Antaño, se podría argumentar que las monedas emitidas por los Estados tenían el respaldo de dichos Estados, en términos de oro o plata. Sin embargo, desde Breton Woods y el abandono general del patrón oro por parte de todos los países del mundo, los Estados solo avalan el valor de sus monedas en cuanto medio de pago, nada más. No intentes ir a la Reserva Federal de los Estados Unidos, o al Banco Central Europeo con tus dólares o con tus euros intentando que te los cambien por oro o por bienes. Más aún, aunque siguiese existiendo el patrón oro, es decir, aunque pudiésemos cambiar billetes por onzas del vil metal, aún tendríamos que estar hablando de confianza, pues el único valor que tiene el oro en sí mismo es la confianza de de la gente en su capacidad para hacer posibles los intercambios. Sin eso, sería un simple metal sin valor práctico.
Todas las monedas actuales, incluido el bitcoin, por supuesto, son valores “fiat”, esto es, valores basados en la confianza más o menos generalizada en su valor. Valen porque creemos que valen. Eso es todo.


  1. joludi ha publicado esto