Joludi Blog

Mar 10
Puke Green Ribbon
En los periódicos británicos leo a menudo referencias al lazo amarillo que gusta usar el muy adinerado entrenador de fútbol cuyo apellido sugiere, oportunamente, la acumulación o almacenamiento de efectivo.
Es normal que aquí sea...

Puke Green Ribbon

En los periódicos británicos leo a menudo referencias al lazo amarillo que gusta usar el muy adinerado entrenador de fútbol cuyo apellido sugiere, oportunamente, la acumulación o almacenamiento de efectivo.
Es normal que aquí sea noticia ese asunto. Entre otras cosas porque la idea de los lazos de significación tiene básicamente raíces anglosajonas. 
El antecedente de todos los awareness ribbons es sin duda aquella jarretera que dió nombre a la más antigua Orden de Caballería del Reino Unido. Al parecer, el rey Eduardo III, se enamoró perdidamente de una damisela aristócrata, casada con un conde. La pasión era tan intensa, que el monarca movilizó un ejército para liberarla del asedio escocés a su castillo. Tras la liberación, en un baile que celebraba la victoria, la damisela dejó caer su liga o jarretera, con la obvia intención de atraer la atención de monarca. Cuando este se acercó a recoger la prenda, sonrisas de malévola complicidad aparecieron en el rostro de todos los invitados al evento…El rey, en lugar de enfadarse, que hubiera sido lo más normal, decidió conmemorar el sucedido creando la más exclusiva Orden de Caballería que jamás se ha formado. Esto indica que aquellas sonrisitas de los nobles estaban bien fundamentadas e incluso tuvieron buena acogida por parte del monarca…
Aquella liga era un lazo. Ni más ni menos. Un lazo azul con bordado dorado. Y en cuanto unidad semiótica, es esa liga, como he dicho, la madre de todos los infinitos lazos de significación que han surgido hasta la fecha, incluido el del dichoso entrenador de balompie que lucha denodadamente por la libertad, viajando de un lado a otro en su jet privado. Conviene aceptar, empero, que este honor del primigenio blue ribbon ha de compartirse ex aequo con el lazo amarillo, que tiene un origen incluso más antiguo, pues en un fresco de Pompeya se puede ver a un personaje representado junto a un árbol en el que está enlazada una cinta de color amarillo. Año 79 d.c, si no me equivoco.
Precisamente fueron lazos amarillos los que llevaron los puritanos ingleses del Mayflower a las colonias británicas de norteamérica. Eran esos lazos a la vez un símbolo de rebeldía religiosa y alejamiento de la patria a la vez. Esta tradición del lazo amarillo es la que está detrás de la famosa canción de los años 70 del siglo pasado (sucesora de una cancioncilla popular), y del uso intensivo que se hizo de los lazos de este color con ocasión de la primera Guerra del Golfo y la situación de los prisioneros norteamericanos en Irak o Iran, no recuerdo bien. En realidad, el lazo amarillo ya se había convertido en un símbolo para los militares norteamericanos expatriados desde primeros del siglo XX. Es de suponer que los expedicionarios yankees en Cuba o Filipinas (y después en Europa) ya llevaban en la solapa de las guerreras los dichosos lazos amarillos…
Los lazos azules, símbolo de nobleza o victoria (un lazo azul era el premio al transatlántico más rápido en las primeras décadas del siglo pasado) y los lazos amarillos, símbolo de rebeldía o forzoso alejamiento de casa, han evolucionado y se han multiplicado para significar el posicionamiento personal en las más diversas materias. Se han divulgado lazos para causas muy nobles, como el lazo rojo para la concienciación sobre el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o el lazo rosa para lo propio con el cáncer de mama. Pero también han florecido lazos para temas verdaderamente chuscos, como el lazo marrón paa combatir el café descafeinado (Fight Against Decaf Coffee), el lazo blanco con manchas negras para promover la apreciación del  ganado vacuno (Cow Apreciation) o el lazo azul oscuro orientado a impedir que la gente siga odiando a Leonardo di Caprio (Stop Hating Leonardo di Caprio). Este último me parece de importancia crucial…
Personalmente, yo no gusto mucho de los lazos, lo cual no significa que no me solidarice con ciertas causas.
Pero si tengo que llevar algún lazo, me apuntaría a uno verde oscuro, el Puke Green Ribbon, que está orientado a acabar con los contenidos estúpidos y sin sentido en la web (ending pointless and moronic stuff on the web).
Aunque pensándolo bien, puede que este post que acabo de escribir, en el amanecer lluvioso de un sábado en Edimburgo, incurra precisamente en el delito que el mencionado lazo verde oscuro pretende denunciar…Y es que, como dice hoy Savater en El País, citando muy bien al maestro Maurizio Ferraris, al hablar de imbecilidad debemos hacerlo siempre utilizando la primera persona del plural…


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