
Plagas.
Anteayer, en el Parlamento, un tribuno de las llamadas izquierdas ha mencionado las diez plagas de Egipto. Otro tribuno, de ideología opuesta, ha emitido un tweet en tono burlón y faltón, diciendo, que no eran diez plagas sino siete. Naturalmente, este último ha cometido un error garrafal (jocosamente puesto de manifiesto por el primero). Y esto demuestra que la Historia Sagrada ya ni se conoce bien por quienes se supone que mejor deberían conocerla.
Pero el caso es que, pensándolo bien, algo de razón ha de tener quien quiera sostener que Dios castigó a los egipcios con siete plagas, pues en realidad, según nos cuenta el Exodo, las tres primeras plagas de la serie no fueron un castigo a los egipcios, sino una muestra de una indiscriminada furia divina, que se cebó, vaya usted a saber por qué, con todos los habitantes del valle del Nilo, israelitas o egipcios, sin distinción. Así que, propiamente, el castigo de los egipcios, por ser egipcios, solo tuvo siete variedades. Tenía cierta base de razón el tribuno faltón.
Por cierto que hace unos años, en un períodico egipcio aparecieron varias artículos exigiendo que el Estado de Israel indemnizase a Egipto por las dichosas plagas. Esto es algo muy propio de esa web humorística llamada El Mundo Today, pero ocurre que el asunto iba totalmente en serio. Es lo que tiene el mundo actual; es imposible discernir los disparates de las noticias. Pero esto lo hace más entretenido.