Viduo, idus e idiotes.
Los antiguos romanos utilizaban un calendario bastante complicado, derivado del ancestral calendario lunar. Durante la República y el Imperio, fijaban tres momentos divisorios en cada mes: las calendas, con la primera luna nueva del mes, las nonas, cinco días después y los idus, en la primera luna llena del mes. En Marzo, los idus tenían lugar el día quince y ese día era considerado como de especial significación, a lo que contribuyó no poco el hecho de que César fuese asesinado en esos idus.
Aquí también han sido importantes los idus de Marzo, que acaban de pasar. En el Parlamento se han debatido asuntos tan notables como el asunto de la vergonzante propina para las viudas (que llevan años sin cobrar lo que les es debido) o la no menos vergonzante vigencia de la cadena perpetua (aka prisión-permanente-provisional) en nuestro no poco aberrante ordenamiento jurídico-penal
Hojeando lo que dicen los periódicos sobre estos asuntos de prisiones eternas y pensiones infinitesimales, mi mente errabunda, prefiere evadirse de la falacia, la mediocridad y las divisiones parlamentarias y da por entretenerse, como suele, en buscar los misteriosos vínculos que la etimología nos propone a partir de la realidad que nos circunda.
Por ejemplo, me viene a la cabeza que la palabra latina “idus”, se relacionaba el verbo latino “viduo” que significaba efectivamente dividir, separar, privar… Viduo es además, evidentemente, el origen etimológico de “viuda”, la mujer privada de esposo…Pero a su vez viduo está vinculado al griego idio, peculiar, que a su vez da también como derivado el término griego idiotes, es decir, incompetente, desinformado, ignorante.
Así que todo lo relaciona mi delirante obsesión por las palabras y su origen: la división de esos parlamentarios, la estupidez, los idus de Marzo, las viudas desprotegidas (lo que por cierto me recuerda a los anuncios que se ven en las calles de Edimburgo sobre el Fondo de Inversión de las Viudas Escocesas, uno de los grandes poderes financieros del mundo en el que vivimos…)
Quién sabe, tal vez la etimología abre las puertas, merced a un mágico y misterioso artificio, a verdades que de otro modo pasan desapercibidas.
