
La Seducción de la Luz
Acaba de aparecer un avance tecnológico del que pronto se hablará bastante, creo.
Un avance que puede conseguir lo imposible, esto es, que yo vuelva a encender de vez en cuando la televisión, a pesar de los infumables y condenadamente perniciosos contenidos que actualmente se programan en todas las cadenas, sin excepción.
Estoy hablando de Aurea, un tipo de televisor revolucionario creado por Philips, y que ha empezado a comercializarse estos días en Holanda.
Estos nuevos televisores se caracterizan porque la luz rebosa, literalmente, por los laterales de la pantalla creando una atmósfera realmente mágica. Cosa de brujas. Es sumamente difícil de explicar si no se ve, pero el resultado evoca todo el encanto de una proyección cinematográfica. Realmente nos sentimos como en la sala. La televisión deja entonces de ser una fría pantalla de cristal y se convierte en algo que casi puedes tocar, oler, sentir…(Yo creo que hasta huele a ozonopino, que era un spray que echaban en los cines cuando yo era niño, para camuflar un poco la atmósfera de la sala en una época en la que no había muchos cines con aire acondicionado; un olor que para mí está asociado indisolublemente a la experiencia cinematográfica).
Te invito a que visites la página en la que se presenta este maravilloso nuevo avance de Philips, una empresa que lleva investigando en la televisión nada menos que desde 1925.
Philips, la mayor empresa electrónica de Europa, siempre me cayó mucho más simpática que otras multinacionales. No se muy bien por qué. Quizá por ser una compañía nacida en Holanda, un país de cultura, libertad y creatividad. Quizá por haber creado innovaciones tan importantes para nuestra vida como el cassette, el VHS, el disco CD o innumerables ingenios utilísimos de electromedicina.
¿O quizá es porque, en una broma irónica del destino, esta gigantesca multinacional de 160.000 empleados resulta que fue fundada en 1891 por un primo hermano de Carlos Marx, un tal Benjamin David?
En cualquier caso, merece la pena prestar atención a este nuevo tipo de televisores que dan un nuevo calor emocional a un medio que siempre se ha calificado como “frío”.
Recomiendo encarecidamente visitar la web en la que se presenta esta tecnología. Y atención a la banda sonora de dicha web, porque es un tema orquestal delicioso que sirve de perfecto contrapunto a la nueva experiencia visual que Philips nos propone. No me refiero al tema Siboney se escucha en la demo, sino a la música de fondo que se oye al pararla.
Bravo, Philips, reconozco que “mejores no hay”. Por el momento.