El Mandarín y las Tres Preguntas.
El Emperador, Señor del Cielo, planteó al más sabio de sus mandarines tres preguntas. Y le avisó que sería ejecutado de no responderlas.
La primera pregunta era. “¿Cuál es el mejor momento para hacer las cosas?”
La segunda pregunta era “¿Quién es la persona que nos debe importar más?
La tercera pregunta era: “Qué es lo más importante que debemos hacer en cualquier momento?
El viejo mandarín se quedó en silencio, temiendo por su vida. No eran preguntas fáciles de responder.
Pero, al cabo de unos instantes que parecieron interminables, el viejo mandarín respondió.
“A tu primera pregunta te digo que el mejor momento para hacer las cosas es ahora”, dijo el mandarín.
“A tu segunda pregunta te digo que la persona que nos debe importar más es aquella que está con nosotros ahora” prosiguió el viejo sabio.
“A tu tercera pregunta respondo diciendo que lo más importante es hacer que la persona que está a tu lado sea feliz” concluyó el maestro.
El Emperador, Señor del Cielo, quedó asombrado por la gran sabiduría de su mandarín.
Y le premió con un buen plato de rollitos de primavera.
