
Todo es cosa vil, adonde falta un pernil.
Tenía pensado escribir hoy sobre el jamón ibérico, y sobre mi convicción de que ese fruto de las dehesas occidentales de la península, tuvo cierto papel en la colonización del Nuevo Continente. En aquellos tiempos, los bosques del norte de Huelva, de Extremadura, del Alentejo, de Salamanca… pese a su abundante producción de bellotas, no conseguían aliviar el drama de las sequías cícilicas en estas tierras sin pan. Pero esas mismas bellotas alimentaban, y de qué manera, al cerdo ibérico. Y con ello hacían posible la creación una excelente conserva de carne natural que sirvió de nutricion a los navegantes que cruzaban el Atlántico.
Iba a seguir escribiendo al respecto, y pensé en ilustrar mi publicación con una foto de un par de bellotas, ese fruto al que los ingleses llaman gland (además de acorn) y los italianos ghianda, en ambos casos con el interesante origen en el latín glans, glandis, que a su vez se deriva del griego βαλανοσ, con el mismo significado de bellota. Y por cierto que si un ruso pronuncia mi alias–joludi–en su idioma natal, lo que estará diciendo es precisamente balano o “bellota”, esto es, жёлудь…
Iba a seguir escribiendo pero me he dado cuenta de que mi publicación iba a ser considerada por Tumblr como pornográfica. Tanto por el texto como, especialmente, por la imagen.
Así es. Hace unos días publiqué un post sobre la palabra pregunta. Y me entretuve mencionando el origen etimológico de dicho término, que se relaciona con la idea de sondear. Para ilustrar mi texto elegí una foto (bastante fea) sobre una mano sosteniendo una gruesa sonda.
Pues bien. Al parecer Tumblr ha considerado esa foto como pornográfica. Y la han pasado a evaluación, según me han indicado.
¿Una mano con un palo es pornografía?
Seguramente la clave es que hay por ahí algún software de análisis automático de imágenes. Y ese software ha visto sexo en una foto que es indiscutiblemente inocente. Se trata de un software, por tanto, que debe recibir terapia. Tiene evidentes problemas.
Y esto me sugiere que con la eclosión de la inteligencia artifical no tardará mucho en surgir la necesidad de psicoanalizar esa inteligencia artificial.
¿Surgirán profesionales que se encarguen de ello? Me hace gracia imaginar psicoterapeutas encargados de sentar metafóricamente al software en el diván y bucear en sus obsesiones y frustraciones.
O a lo peor, eso se dejará también en manos de otro software. ¿Fascinante, no?
Tenía pensado dejar de escribir en el mercantilizado Tumblr un día de estos. Pero este asunto de la detección automática de contenido erótico me va a divertir lo suficiente como para seguir usando esta pornográfica plataforma.
Y digo plataforma pornográfica con mucha propiedad, porque lo hago en referencia a la mencionada mercantilización.
Ocurre que pese a que a menudo se dice que “porno” tiene que ver con la idea de verguenza o pudor, la realidad es que deriva en última instancia del verbo περναω (pernao), con el significado de vender sexo (περναω tenía en griego antiguo el sentido, inherente al comercio y a la venta, de cruzar o atravesar, de aquí nuestra palabra perno, por ejemplo, y era un verbo que se remontaba en última instancia a la importante raíz protoindoeuropea “per”, con el sentido de por medio de, a través de). Por lo tanto, pornografía y mercantilización son dos cosas etimológicamente muy vinculadas.
En fin, cuánto apostamos a que este post que inicié pensando en el jamón y que hace referencia a glandes, balanos y pornografía, acabará siendo sometido a evaluación por parte del pornomatic censor de Tumblr.
Porque además, ahora que lo pienso, también jamón podría ser palabra con connotaciones eróticas a juicio del censor de silicio.
Y no lo digo por el feísimo vulgarismo “jamona”, ya en desuso, sino porque pernil, es decir, jamón, era palabra cómplice ya desde nuestros clásicos.
Lope de Vega solía decir “toda cosa es vil, adonde falta un pernil”.
Y, sabiendo cómo era Lope, pudiera ser que no pensase propiamente en el jamón…Me juego algo a que este software censor de Tumblr también habría visto claro un cierto componente de sexo en la frase de nuestro fenix de los ingenios…