Joludi Blog

Sep 30
Asuntos pendientes.
El lóbulo de la oreja es una cosa bien curiosa. Parece ser que no tiene otra razón de ser que la de invitar a las caricias, durante los momentos de excitación erótica, justo cuando se intensifica mucho en esa zona el flujo...

Asuntos pendientes.

El lóbulo de la oreja es una cosa bien curiosa. Parece ser que no tiene otra razón de ser que la de invitar a las caricias, durante los momentos de excitación erótica, justo cuando se intensifica mucho en esa zona el flujo sanguíneo y la sensibilidad táctil (es algo parecido a lo que ocurre con los pezones masculinos, cuyas 5.000 terminaciones nerviosas, altamente erógenas, deben ser la única justificación evolutiva de su misteriosa existencia.)

¿Tal vez la costumbre de colgarnos pendientes tiene relación con esta deliciosa función erótica del lóbulo? ¿Son un puro medio para llamar la atención en un punto singular del cuerpo por su específica funcionalidad? Quien sabe. Yo me inclino en cambio a pensar que los pendientes son simplemente amuletos que el hombre primitivo usaba para impedir que el alma escapase por los orificios del cuerpo. Aunque quizá existe una convergencia de razones, como suele ser habitual.


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