Joludi Blog

Abr 25
Realidad Aumentada
En Estados Unidos todo es más grande: los platos en los restaurantes, las plazas de los parkings, las camas de los hoteles, los picaportes de las puertas, el grosor de las moquetas…
Aquello sí que es una “realidad aumentada”...

Realidad Aumentada

En Estados Unidos todo es más grande: los platos en los restaurantes, las plazas de los parkings, las camas de los hoteles, los picaportes de las puertas, el grosor de las moquetas…

Aquello sí que es una “realidad aumentada” integral. Aumentada en un sentido muy propio, no en el que se usa para definir esas nuevas aplicaciones informáticas que amplian en tiempo real nuestro conocimiento del mundo, las cuales deberían llamarse más correctamente “realidad extendida” (pero ocurre que cuando los gramáticos no entienden algo, los neologismos feos y las traducciones literales se asientan sin remedio…)

Hace unas semanas, viajando por aquellos lejanos pagos, mis hijas constataban una y otra vez esta pasión yankee por el tamaño XL, y no dejaban de pedirme una explicación, como si yo la tuviese para todo…

Pues les dije que mi opinión es que la manía norteamericana por lo grande, no es más que un antídoto contra la redistribución. 

Me explico. Si todo lo que te rodea en tu vida cotidiana es “oversize”, o mejor aún, continuamente creciente, es posible que te acabes creyendo la falacia. Abrumado por la inmensa hamburguesa que te sirven en el TGF o por el colosal cubo de café que te ponen en el Starbucks, pensarás que no es preciso modificar el sistema. ¿Por qué hacerlo?

Aplastado por la masa de carne picada o ahogado en la cisterna de café, te bastará aceptar el statu quo, celebrarlo y esperar tranquilamente que la ración de riqueza que recibas sea más grande cada vez. 

Porque el hecho es que el tamaño de todo allá no es que sea grande, es que es creciente. Incluso engañosamente creciente. Por ejemplo, las tallas de ropa. Lo que ahora es una 14, es más grande que una 18 de los años setenta, tal como han demostrado diversas investigaciones (y esto es una causa más de la endémica obesidad en ese país, que es otra expresión de la tendencia a lo grande, después de todo).

Norteamérica es el mundo de la realidad aumentada. Una realidad deforme que esconde sus limitaciones en el tamaño. Una desproporción tras la que se camuflan los desequilibrios. Una sórdida grandeza.


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