Joludi Blog

Dic 25
Máquinas antipáticas. Un estudio realizado en Francia por los profesores Alexandra Trichard y Thierry Daniel demuestra que más de la cuarta parte (26%) de los médicos de los hospitales sufren emocionalmente por sus enfermos hasta el punto de requerir... Máquinas antipáticas.

Un estudio realizado en Francia por los profesores Alexandra Trichard y Thierry Daniel demuestra que más de la cuarta parte (26%) de los médicos de los hospitales sufren emocionalmente por sus enfermos hasta el punto de requerir medicamentos tranquilizantes. Según los investigadores, el consumo de psicotrópicos por parte de los médicos es tres veces mayor que en la población normal.

Este dato me parece que aporta una visión humana de la Medicina. El estudio de Trichard y Daniel prueba que los médicos en general sí sufren con sus enfermos, esto es, que en el sentido griego de la palabra,  “simpatizan” con ellos (de sin y pathos, sufrir con otro).

Pero lo interesante del estudio es que demuestra también que no todos los médicos “sufren con” o simpatizan de igual manera. Los médicos más “simpáticos”, los que sufren más (y por tanto, los que consumen más tranquilizantes) son los médicos de cabecera, puesto que luchan en directo con los enfermos, sin la mediación de complejas máquinas de alta tecnología como los los scanners y los aparatos de análisis de imagen en sus diferentes variaciones. Los médicos que dedican más tiempo al estudio de los datos obtenidos en los modernos ingenios de la electromedicina son con diferencia los que parecen estar más a salvo de la erosión emocional.

Esto me hace pensar. No sugiero que los especialistas encarguen estudios complicados sólo para protegerse emocionalmente. Ni mucho menos. Pero supongo que al menos en algunos casos, los médicos prescribirán este tipo de sofisticados estudios tecnológicos no solo en aras de la supervivencia de sus pacientes, sino de la suya propia.

Luchar cuerpo a cuerpo con el paciente, como lo hace un médico rural, o alma a alma con un enfermo, como lo hace un psiquiatra, no tiene nada que ver con manejar un TAC o interpretar sus resultados, pongamos por caso.

Las máquinas protegen al facultativo del “contagio” emocional. Esas máquinas son de algún modo, y en un sentido muy profundo, antipáticas. Quizá como todas.