Joludi Blog

Dic 20
Soberbia.
El mito griego nos habla de Belerofonte, el mortal a quien los dioses castigaron por su soberbia. Belerofonte, que tenia un caballo alado, Pegasus, quiso usarlo para echar un vistazo al Olimpo y sus inquilinos. A este mortal, que había...

Soberbia.

El mito griego nos habla de Belerofonte, el mortal a quien los dioses castigaron por su soberbia. Belerofonte, que tenia un caballo alado, Pegasus, quiso usarlo para echar un vistazo al Olimpo y sus inquilinos. A este mortal, que había realizado alguna hazaña digna de mención, como acabar con la Quimera, le empezaba a atraer el mundo de los dioses. Quizá se consideraba ya uno de ellos. Pero los inmortales, molestos por el visitante indeseado que cabalgaba hacia su morada, le enviaron un simple tábano. El insecto picó al jinete que perdió fatalmente el control de su caballo, cayó y pasó el resto de su vida vagando como un don nadie, ciego y cojo.

Es un mito terrible. Porque se da el caso de que a Belerofonte, cuya soberbia le perdió, era el nieto de Sísifo, que fue el primero en incurrir en delito de soberbia. Y el primero en recibir el castigo divino por la soberbia.

Con el mito de Belerofonte, es como si el subconsciente colectivo de los griegos nos estuviese diciendo que la soberbia de los mortales es incurable. La llevamos en los genes. Y nos hace caer del caballo alado una y otra vez. Solo hace falta un insignificante mosquito.