Joludi Blog

Ene 31
Los teleoperadores evanescentes.
Ayer, los call centers y servicios de atención al cliente de medio mundo no funcionaron. Para millones de personas en Europa y Estados Unidos, resultó totalmente imposible conseguir que le descolgasen el teléfono al...

Los teleoperadores evanescentes.

Ayer, los call centers y servicios de atención al cliente de medio mundo no funcionaron. Para millones de personas en Europa y Estados Unidos, resultó totalmente imposible conseguir que le descolgasen el teléfono al otro lado de la línea. Ya se tratase del servicio de reparaciones de la lavadora en Francfort o del teléfono para comprar películas en pay per view en Chicago, ayer todo parecía haberse desvanecido. Cientos de miles de empleados y teleoperadores se diría que se habían esfumado misteriosamente.
Hoy han vuelto a estar allí. Los fantasmas parece que vuelven a coger el teléfono.
¿Inexplicable? Casi.
Resulta que un par de cables submarino de comunicaciones que conecta Europa con Asia, sufrieron daños en las proximidades de la costa egipcia (se supone que accidentalmente). Como quiera que una gran parte de los servicios de atención al cliente de las grandes multinacionales se prestan desde la India y otros lugares de Asia, por razones económicas, el incidente del cable dejó sin servicio a la mitad del mundo occidental.
O sea que se produce un pequeño movimiento de tierras en el fondo del mar, a la altura de un pueblecito egipcio, y la economía mundial se bloquea.
Estas cosas deberían hacernos pensar sobre lo vulnerable que está resultando el mundo que estamos construyendo, tan global, tan entrelazado, tan complejo.