Enfermedades Raras.
Hoy, día 29 de Diciembre, se celebra el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Es un tema más que importante, porque la gente que las padece, y sus familias, tienen un doble sufrimiento. Por un lado el propio de la enfermedad. Por otro el de la incomprensión de la sociedad y la falta de esos apoyos públicos y sanitarios que, por razones de interés general, sí tienen las enfermedades comunes.
Y quizá, las más raras de las enfermedades raras puedan ser las enfermedades mentales que son poco conocidas o frecuentes. Hay todo un abanico de extrañas dolencias que le dejan a uno perplejo sobre los crueles caprichos de la Naturaleza, y su cruel forma de jugar con nuestro cerebro. Los que las sufren, tienen un problema adicional a los dos que mencioné más arriba: sufren muchas veces la incomprensión de los que le rodean, que no aciertan a comprender que se trata de enfermedades reales, y en muchos casos sumamente graves.
Estoy pensando, por ejemplo, en el Síndrome de Desrealización. Es un desorder disociativo que produce al que lo sufre la sensación de que el mundo externo es como una película, y que los que le rodean no son sino actores. Afecta a más del 2% de la población, aunque en la mayoría de los casos, la sensación patológica no es contínua.
Otro ejemplo es el Síndrome de Ekbom (o parasitosis delusional) que afecta sobre todo a las mujeresmayores. Estas personas están totalmente convencidas de que su piel está llena de parásitos invisibles. Suelen acudir al médico con cajas en la mano completamente vacías, e insisten en mostrar al facultativo el tipo de pequeñas criaturas que las torturan.
También me sobrecoge el Síndrome de Capgras, descrito por primera vez en 1923. Quien lo padece, cree que las personas que le rodean, ya sean familiares o amigos, son simplemente dobles de las auténticas, esto es, impostores. Hay casos de enfermos que incluso creen ver a un doble cuando miran al espejo, y piensan que algún tipo de artificio hace que quien está al otro lado del espejo sea alguien diferente a ellos mismos.
Parecida a la tipología anterior es la del Síndrome de Frégoli, que hace creer que los demás son simplemente una misma persona con diferentes disfraces. Toma el nombre de un pintor impresionista italiano que parece que padecía esta dolencia. Su relación con el Síndrome de Capgrás es clara. De hecho, horror de los horrores, se reportó un caso en Grecia, en el año 2002, de una persona que padecía Frégoli en relación a su novia, y al mismo tiempo Capgras en relación a sus padres. Es decir, creía que muchas personas que le rodeaban no eran sino su novia disfrazada, y además pensaba que sus padres no eran sus padres, sino unos dobles de los mismos. Terrible.
Y, quizá uno de los más extraños síndromes de este tipo, el que más hace pensar en torno a la insondable complejidad de la mente humana, sería el llamado mal de Cotard. En las manifestaciones más graves de este caso, que se complica muchas veces con la pura esquizofrenia, los pacientes insisten en que están muertos. No hay manera de convencerles de lo contrario. ¡Qué puede haber peor!