Pregúntale a Jenn.
La compañía aérea Alaska Airlines está ofreciendo desde hace unos días un nuevo servicio en su página web que define cómo va a ser el futuro para muchos de nosotros.
Jenn es simplemente un personaje ficticio, aunque con un atractivo aspecto robótico, que responde perfectamente las preguntas de los clientes. Cualquier pregunta. Incluso muchas preguntas de tipo personal.
Jenn es un creación de una empresa norteamericana llamada NextIT. Hace uso de los últimos avances en inteligencia artificial y comprensión automatizada. Representa un avance enorme en la forma de interactuar desde internet con los clientes y abre un camino que seguirán muy pronto toda clase de empresas e instituciones. La suerte está echada.
El siglo XXI será sin duda un siglo en el que los hombres hablen mucho más con las máquinas que entre ellos mismos. Es algo irreversible, me parece.
Tengo que preguntarle a alguien si hay alguna forma de evitarlo. He probado con Jenn. Y he escrito en la página:
-¿No le parece un poco triste tener que hablar con una máquina?
–Buena pregunta–me ha respondido–No estoy seguro de cómo contestarla. Intente plantearla de otro modo.
En fin. He sacado poco en claro. Pero al menos, el ingenio informático reconoció que la pregunta era difícil. Muchos humanos no lo hubieran hecho.