A vivir que son dos billones de días.
El futuro de toda el mundo es más que brillante. Lo demuestran los físicos. Según parece, dentro de 7.500 millones de años, más o menos, el sol protagonizará una explosión de una intensidad inconcebible y crecerá hasta 250 veces su tamaño actual, destruyendo para siempre la Tierra y cuanto contiene en un apoteósico apocalipsis final de fuego y luz. Game over.
Hasta hace poco, los físicos pensaban que la Tierra se libraría de esta postrera verbena, debido a que antes de producirse la explosión, el sol perdería masa y eso permitiría a la Tierra escapar de su órbita. Sin embargo, un par de científicos cenizos de la Universidad de Guanajuato en Mexico y de Sussex en el Reino Unido han dicho que ni hablar. Que lo llevamos claro. Que sus ecuaciones dicen que no nos libramos de esa colosal kermesse ni encomendándonos a San Judas Tadeo, patrón de las causas perdidas.
Así que ya lo sabemos. ¡A vivir, que son dos días! O 2,7 billones, para ser más precisos.