
El hexágono de Saturno.
Hace un año aproximadamente, la sonda espacial Cassini tomó unas imágenes muy extrañas de Saturno. Extrañas porque se apreciaba un hexágono perfectamente dibujado. No es imposible, por supuesto, ver hexágonos en la naturaleza, todos lo sabemos. Desde los cristales de nieve hasta las celdas de las colmenas. Pero ¿un hexágono de 25.000 kilómetros? Ha pasado más de un año y el misterio del hexágono de Saturno sigue sin resolverse.
Ahora que vengo tan impresionado por las tradiciones japonesas, este tema del hexágono planetario no puede dejar de recordarme que el hexágono es una figura sagrada de la mitología japonesa. Para la mitología nipona, Japón descansa sobre una gigantesca tortuga marina. La concha de esta tortuga primigenia tiene justamente una estructura hexagonal.
Relacionado con este mito, muchísimas de las linternas o farolillos de piedra (ishidoros) que se ven por todos los parques tradicionales japoneses, los santuarios o los cementer tienen forma hexagonal (hakkaku-doro).
Lo de arriba, como lo de abajo, tal como reza el gran principio del saber místico.