
La cabeza llena de sueños.
“Quizá mi cabeza es tan grande porque está llena de sueños”, decía el protagonista de El Hombre Elefante, la inolvidable película que consagró a dos genios de la escena como John Hurt y Anthony Hopkins.
Cómo no recordar esa maravillosa película y esa frase enternecedora al tener noticia de que existió en el pasado remoto un grupo de homínidos que tuvieron la cabeza extraordinariamente grande.
Estoy hablando de los Boskops, ese grupo humano casi olvidado que según nos cuentan los arqueólogos y paleontólogos vivió en Sudafrica hace 30.000 años.
Este género de homínidos fue descubierto por Frederick FitzSimons en 1913. Sus restos fueron estudiados por los más eminentes paleontólogos de aquel tiempo.
Parece ser que aquellos hombres tenían el cerebro mucho mayor que el nuestro. Al menos un 30% más grande.
En un libro que acaba de publicarse, “Big Brain: The Origins of Human Intelligence”, escrito por el psiquiatra Gary Lynch y por el psicólogo cognitivo Richard Granger, se hace referencia a este misterioso grupo humano desaparecido hace 300 siglos. Los autores están convencidos de que aquellos boskops eran sustancialmente más inteligentes que nosotros. Los investigadores han llegado a la conclusión de que tenían una memoria portentosa y una extraordinaria capacidad para la fantasía, la ensoñación y la vida interior (no me preguntes cómo han llegado a estas conclusiones los autores).
Lynch y Granger tratan de analizar por qué, siendo tan superdotados aquellos homínidos, desaparecieron sin dejar rastro ni prueba alguna de civilización. Es todo un misterio.
Tal vez les ocurría lo mismo que al John Merrick del Hombre Elefante.
Tenían una gran cabeza. Pero sólo estaba llena de sueños…