
Un coche indio llamado Jaguar.
Parece ser que el fabricante indio de automóviles Tata va a ser el nuevo propietario de las marcas Jaguar y Land Rover. Todo un símbolo de que los tiempos están cambiando. Y de qué manera.
Por contra, también leo que a Tata le están poniendo muy difícil su proyecto de vender sus nuevos coches pequeños y completamente cochambrosos de bajo precio (1.300 euros cada uno). Según los estudios, inundar Asia con millones de cochecitos como estos tendrá consecuencias espantosas para el medio ambiente en todo Asia.
Por otro lado, pienso yo, teniendo en cuenta la pésima calidad que van a tener estos nuevos coches Tata que se montan en los concesionarios y viajan hasta ellos empaquetados en cajas, y en los que los tornillos se han sustituido en muchos casos por simple pegamento, el verdadero riesgo de estos coches no será para el medio ambiente, sino para sus propietarios…