Miss Alcachofa.
Hoy domingo 30 de Enero he comido, como no podía ser de otro modo, alcachofas. Es el tiempo perfecto para ello. La alcachofa es una especie de caprichoso regalo invernal de la Naturaleza. La reina de las verduras de los fríos. Hasta su estupenda flor parece mismamente una corona.
Hesíodo ya nos hablaba de las alcachofas, y nos las presentaba como un maravilloso presagio de la primavera. Una prueba de que no todo está perdido, de que tras los hielos volverá a calentar el sol.
La alcachofa, que crecía abundantemente en Sicilia, más que en ningún otro sitio, se popularizó entre los griegos cuando colonizaron la Magna Grecia. A este extraño cardo le llamaron “cynara”, un nombre que, según nos cuenta Horacio, tenía relación con una mozuela mitológica de la isla Cynari, en el Egeo. Se trataba de una beldad sencilla de la que Zeus se enamoró de tal modo que quiso convertirla en diosa. Esto ocurre siempre. Pero la chica, en lugar de acudir a la cita del dios, se demoró volviendo al mundo de los mortales un ratito, para visitar a su madre, a la que echaba de menos. Zeus no le perdonó a la chica esta debilidad tan humana, y la convirtió en alcachofa. Esto ya no ocurre tan a menudo. O quizá sí. El desamor siempre acaba convirtiendo a las diosas en alcachofas. O a los dioses en repollos.
En la Edad Media la alcachofa era bien conocida. Carlomagno las apreciaba y, de hecho, ordenó cultivarlas en los jardines de sus palacios. Pero no fue un manjar popular hasta que la portentosa Catalina de Medici las puso de moda en Francia. Por entonces, su precio subió como la espuma. En el siglo XVI las alcachofas se vendían en los mercados callejeros de Génova al precio de 2 soldis y medio la unidad, el mismo precio casi que medio kilo de carne en los mismos mercados.
Quizá la clave de este éxito era el rumor, divulgado por la Medici, respecto a las propiedades afrodisiacas de la alcachofa. Es un tema discutible. Es innegable que tiene propiedades antiinflamatorias, reduce el colesterol y aporta grandes cantidades de vitamina C (si bien Catalina murió de un simple resfriado mal curado). Pero no parece claro que sea uno de los bocados de Venus. Sin embargo, hay un detallito que hay que tener en cuenta, además de la tesis de Catalina, que era sapientísima.
El hecho es que en California, donde se cultivan excelentes alcachofas para los pocos yankees que saben apreciarlas, se decidió organizar hace tiempo, un concurso de belleza denominado Miss Alcachofa. Y mira por dónde, la primera Miss Alcachofa, en 1947, fue precisamente…Marilyn Monroe. Demasiada casualidad.
