Joludi Blog

Dic 31
Ageometretos
El otro día escuché una conferencia impartida por Savater, destacado filósofo y publicista español (publicista en el sentido congruo de “el que publica”, no en la acepción espuria de “el que hace publicidad”, aunque también en este caso,...

Ageometretos

El otro día escuché una conferencia impartida por Savater, destacado filósofo y publicista español (publicista en el sentido congruo de “el que publica”, no en la acepción espuria de “el que hace publicidad”, aunque también en este caso, pues se publicita mucho y bien él mismo y sus incontables libros). En la conferencia, el ilustre personaje se jactaba de no tener ni idea de física y de no tener nada claro “lo de la gravitación y todo eso de Newton” (sic).

Es chocante que un intelectual destacado presuma de ignorancia sobre el funcionamiento del mundo. Aristóteles se hubiera indignado ante una postura tan rara. No digamos Platón, que le hubiese echado a patadas de su Academia, en cuya puerta hizo rotular el famoso texto “no entre aquí quien sea ageometretos”, es decir, se abstenga de cruzar la puerta quien no sea ducho en geometría (“ageometretos medeis eisito!”).

En realidad, la noción de que el filósofo no debe esforzarse en aprender ciencias o matemáticas es muy antigua. Hardy se atrevía a decir, cometiendo una descomunal falacia, que el saber matemático es tan poco práctico e inútil como un problema de ajedrez (no cayó en la cuenta de que con el ajedrez no se puede hacer cálculo de resistencias para que los puentes se sujeten, por ejemplo, pero con las matemáticas sí; aunque este tema del misteriosísimo ajuste de las mates al mundo real es un asunto muy interesante y sumamente peliagudo, ciertamente).

Adorno y Horkheimer decían también que matematizar una idea era privarla de su creatividad. ¡Ageometretos perdidos todos!