Joludi Blog

Abr 8
A poco que nos descuidemos.
Hace unos días, han aparecido caballitos de mar en el Támesis. ¡Caballitos de mar! Sí, allá por donde se juntan fatalmente todas las fábricas del mundo, en ese emporio triste e inmenso de muelles y galpones, allá se han...

A poco que nos descuidemos.

Hace unos días, han aparecido caballitos de mar en el Támesis. ¡Caballitos de mar! Sí, allá por donde se juntan fatalmente todas las fábricas del mundo, en ese emporio triste e inmenso de muelles y galpones, allá se han visto cabalgando sumergidos a los líricos caballitos marinos.
Dicen que el inusual hallazgo se debe a la creciente limpieza de las aguas de este río tan ancho y tan inhumano, en cuyo cauce gris aún creo que están impregnados los espectros de los personajes de Defoe, Dickens o de Conrad.
Pero a mí me parece que la explicación de estos inesperados caballitos debe estar más bien en la poesía…La poesía, que se obstina en ocupar incluso los espacios más sórdidos, a poco que nos descuidemos.