Joludi Blog

Abr 15
La Hormona de la Rentabilidad.
A la luz de la investigación científica ¿cuál es el factor clave para tener éxito en Bolsa? ¿analizar cuidadosamente la onda de Elliott y otras zarandajas similares? ¿seguir tal vez los consejos de Warren Buffet y...

La Hormona de la Rentabilidad.

A la luz de la investigación científica ¿cuál es el factor clave para tener éxito en Bolsa? ¿analizar cuidadosamente la onda de Elliott y otras zarandajas similares? ¿seguir tal vez los consejos de Warren Buffet y estudiar en profundidad, de arriba a abajo, aquellas empresas en las que se desea invertir?

Ni una cosa ni otra. Para ganar pasta gansa en el mercado de valores lo que hay que hacer es tener altos los niveles de testosterona. Ni más ni menos.

Esto es lo que acaba de demostrar un estudio curiosísimo llevado a cabo por el profesor Joe Herbert, neurocientífico, y John Coates, ex agente de bolsa y actualmente docente en Cambridge.

Estos investigadores han detectado una fortísima correlación entre los niveles altos de testosterona y cortisol en sangre y las ganancias acumuladas como consecuencia de las inversiones (y desinversiones) en valores.

La verdad es que a lo mejor hasta podíamos sospechar este dato, habida cuenta de los escasísimos ejemplares del sexo femenino que se pueden ver en los mostradores y corros de negociación de los principales mercados financieros del mundo. La tasa de ejemplares del sexo masculino en Wall Street debe ser netamente superior a la de un bar de camioneros de la Nacional IV o un cuartelillo de la Guardia Civil en Herrera del Duque, por poner dos ejemplos arquetípicos de lo que a priori podríamos considerar como zonas de alta densidad testosterónica.

En fin, es de esperar que este hallazgo científico-si se confirma- no impulse a la gente a inyectarse testosterona en vena al objeto de multiplicar sus ingresos.

Es bien sabido que el exceso de testosterona en el organismo es responsable de una vida algo más intensa pero…más corta. No es buen negocio.

Como decía Emerson, el dinero, a veces, cuesta demasiado.