
Aparcar al estilo mediterráneo.
La costumbre de aparcar de mala manera, desafiando cualquier norma, situando el coche en doble o tripe fila, ocupando la acera sin el menor escrúpulo, es una característica de casi todas las ciudades mediterráneas. Algún día alguien encontrará alguna vinculación entre la dieta basada en verduras y cereales y esta fea tendencia a aparcar de forma salvaje. Estoy seguro.
Pero lo curioso es que en este campo, creo que es Milán quien se lleva la palma, y eso que esta ciudad, según algunos dicen, es más austriaca y francesa que italiana. Ciertamente no he visto cosa igual. En Milán la gente aparca en las aceras sin más. No se cortan un pelo. Y en las noches de los fines de semana, en las zonas animadas de la ciudad, la situación adquiere incluso tintes cómicos.
Así que Milán, en esto, es tan “mediterránea” como Málaga o como Toulouse, pongamos por caso. Y esto es así se pongan como se pongan los que señalan el hecho cierto de que esta ciudad, durante los últimos cuatro o cinco siglos, ha estado más tiempo sometida al yugo de los habsburgo y a la influencia gala que bajo soberanía estrictamente italiana.
La única diferencia que he visto es una sorprendente actividad de la grua. Incluso de madrugada. La escena del propietario del vehículo saliendo precipitadamente del garito de moda para suplicar a los policías que no se lleven su “machina”, es una constante en las animadas noches milanesas.