Joludi Blog

Abr 28
El Islam y la mosca.
¿Qué fue más poderoso que el Islam y todos sus guerreros? Una simple mosca.
En el año 1000, la expansión territorial musulmana estaba en pleno apogeo. El 70% de la península ibérica ya había caído en manos del Islam. Al igual que...

El Islam y la mosca.

¿Qué fue más poderoso que el Islam y todos sus guerreros? Una simple mosca.

En el año 1000, la expansión territorial musulmana estaba en pleno apogeo. El 70% de la península ibérica ya había caído en manos del Islam. Al igual que casi todo el inmenso norte del continente Africano. Cuatro siglos antes de que los portugueses llegasen con sus carabelas a las costas de Senegal, allí estaban ya los musulmanes convirtiendo a los infieles a la religión de Alá.

Europa, mientras tanto, en la inopia, si se me permite la expresión. Debilitada, empobrecida, asustada por el milenarismo…la Europa del año 1.000 era un mosaico inacabable de reyes muy débiles apoyados por necesidad en una clase feudal egoista y corta de miras. Con una población que no llegaba a 40 millones de habitantes, los europeos soportaban a una legión de monarcas menores, sin auténtico poder y crónicamente enfrentados entre sí. Desde Enrique el Pendenciero de Alemania hasta Ethelred el Dubitativo de Inglaterra. Pasando por Roberto II de Francia, Rodolfo III de Borgoña, Samuel de Bulgaria o nuestros Sancho Garcés III de Navarra y Alfonso V de Castilla, por citar sólo unos pocos ejemplos de soberanos replegados sobre sí mismos y agobiados por sus rencillas internas.

Mientras tanto, los jinetes del Islam, unidos bajo la fe de Alláh y una indomeñable voluntad de conquista, galopaban imparables desde el cuerno de Africa a Dakar. Y hubiesen conquistado todo el continente africano de no ser por una simple mosca.

Concretamente una mosca del genero “glossina”.

La llamada mosca Tse Tse.

El Islam se detuvo allí donde la verdadera soberana era este insecto que transmite la terrible enfermedad del sueño. Todos los intentos de los ejércitos musulmanes por cruzar el Sahel, y sobreponerse al poder de la mosca Tse Tse, se frustraron irremediablemente ante el poderío de la enfermedad.

Hoy en día, es la frontera de la mosca Tse Tse la que sigue marcando el límite meridional del Islam. Al norte del Sahel, es Alá quien gobierna. Al sur, lo que hay es un endiablado puzzle de creencias, en las que se mezcla predominantemente el cristianismo e incontables formas de animismo.

Es irónico que una simple mosca fuese lo único que pudo detener a los invencibles ejércitos del Profeta en su gran cabalgada para apropiarse de todo un continente.

Pero es que la Historia es una gran humorista.


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