Joludi Blog

Feb 22
Toblerone.
Ayer compré unas barritas de Toblerone en la gasolinera, para mis hijas. Regalar chocolate es un lenitivo para la frustración de no poderlo comer. Yo me debo abstener rigurosamente de esa delicia por la dieta, lo que es una violación de...

Toblerone.

Ayer compré unas barritas de Toblerone en la gasolinera, para mis hijas. Regalar chocolate es un lenitivo para la frustración de no poderlo comer. Yo me debo abstener rigurosamente de esa delicia por la dieta, lo que es una violación de mis principios en el sentido de que el chocolate es innegociable, pero me autoengaño diciéndome que es algo estrictamente temporal.
En cualquier caso, ayer, mientras recogía las tabletas, me acordé que escribí hace tiempo un post sobre el toblerone, en el que señalaba que la forma triangular de estas chocolatinas estaba en relación con el perfil del Cervino. En realidad esto bien puede ser así, pero es más probable que la forma triangular se derive del hecho de que el creador del Toblerone, el doctor Tobler (1876-1941) era masón. Esta hipótesis es aún mucho más bonita que la del Cervino.
Tobler, de una familia de chocolateros de Berna, estaba empeñado en mejorar lo inmejorable, es decir, hacer un chocolate aún más perfecto. Para ello se fijó nada menos que en el torrone italiano y su delicado equilibrio de miel y almendras (de donde viene nuestro turrón, por supuesto). Su estrategia entonces fue combinar el chocolate y el turrón en un producto totalmente nuevo. Y así nació el Toblerone.
Como he indicado, Tobler era un masón militante. Y como tantos masones de su tiempo, era un universalista convencido. Hasta el punto de que creó una especie de esperanto propio, para facilitar el entendimiento entre los hombres de diferentes países. Las primeras etiquetas de sus chocolates estaban escritas en ese idioma peculiar creado por el masón Tobler. En la que reproduzco, leemos “suisiana lakto chokolado”, es decir, chocolate con leche suizo”. También vemos en la etiqueta, al fondo, un templo griego cuyo frontón triangular también nos evoca el triángulo masónico que inspiró la forma del toblerone.