Joludi Blog

Nov 13
Satan S.A.
Parece ser que Satán decidió un día crear una gran empresa. Estaba harto de la gran desorganización de las fuerzas del mal. Le parecía que era preciso poner método entre sus filas. Se convenció de que era preciso dejar de estar en...

Satan S.A.

Parece ser que Satán decidió un día crear una gran empresa. Estaba harto de la gran desorganización de las fuerzas del mal. Le parecía que era preciso poner método entre sus filas. Se convenció de que era preciso dejar de estar en inferioridad de condiciones con respecto a las fuerzas de lo que se supone es el Bien. Fuerzas que contaban ya por entonces con una gran variedad de iglesias, confesiones y sectas, y un aparato organizativo colosal, extendido por toda la Tierra.

Y fue así como surgió la efímera burocracia del Mal. Porque Satán hizo surgir, casi de la noche a la mañana, una inmensa organización de agentes de la perversidad. 

Era una corporación como dios manda, si se nos permite la inadecuada expresión. Con muchos comités, equipos de trabajo, consultores, consejos, unidades de negocio y cosas así, ya se sabe.

Satán contempló su obra y se sintió orgulloso. Ahora sí que triunfaría el Mal en el mundo, pensó, gracias a tan poderosa maquinaria del pecado.

Pero los esperados frutos de aquella corporación maligna se hacían esperar mucho. Y en realidad no llegaron jamás. Los diferentes diablos, mayores y menores, que formaban parte de aquel ejército de la perversión, hallaban más entretenido conspirar e intrigar para subir de escalafón dentro de la organización que dedicarse a tentar a los hombres de bien, tal como se había hecho siempre. 

Como consecuencia de ello, libres ya de toda tentación, los seres humanos se hicieron benéficos y compasivos. El pecado y la transgresión desapareció de la faz del mundo. Hasta que un mal día, Satán, convencido de su trágico error disolvió su gigantesca organización, que por entonces había crecido y se había diversificado de forma desproporcionada. 

Por decisión satánica, los diferentes diablos y los diablillos volvieron a trabajar al servicio de Su Malignidad, en formato “free lance”. En plan autónomo, digámoslo así.

Y fue de esa manera como el Mal volvió a hacer frente al Bien en la Tierra. Satán, que es malo pero muy sabio, renunció para siempre a organizarse.