Joludi Blog

Mayo 26
Lo que nos hace seres humanos.
Michael Tomasello es el co-director de el Instituto Max Planck de Antropología Evolcionaria. Recientemente, ha realizado una investigación muy interesante. Ha sometido a una batería de tests de inteligencia no verbales...

Lo que nos hace seres humanos.

Michael Tomasello es el co-director de el Instituto Max Planck de Antropología Evolcionaria. Recientemente, ha realizado una investigación muy interesante. Ha sometido a una batería de tests de inteligencia no verbales a un grupo mixto, compuesto por chimpancés, orangutanes y seres humanos. Pero estos últimos eran niños de tan solo dos años.
Los resultados han sido similares para los tres sub-grupos. No hay una gran diferencia en la forma en la que responden a los test cognitivos nuestros primos y nosotros.
Sin embargo, lo que se ha demostrado en el Instituto Max Planck es que el ser humano, ya desde la más tierna infancia, es mucho más sociable y comunicativo que los simios.
Nuestros parientes arborícolas parecen comunicarse tan sólo por razones funcionales, esto es, para obtener lo que necesitan. Los seres humanos, además, lo hacen por un puro afán de compartir vivencias e incluso porque desean ayudar a los demás. Comparten sus emociones y actitudes y en muchos casos no parecen pedir nada a cambio.
Esta característica del homo sapiens es sin duda lo que hace posible manifestaciones genuinamente humanas como la cooperación y el trabajo en equipo (y también las revistas del corazón, por desgracia). Y quizá también es lo que hace posible el milagro de la pedagogía, mediante el que un humano adulto enseña generosamente a un niño, y este confía en lo aprendido y lo asimila con confianza. Esto no ocurre entre los demás primates.
Los niños del test también se diferenciaron de los monos por un último rasgo: su capacidad para jugar y fantasear colectivamente. Solo los niños se unen para imaginar que un simple palo es un hermoso alazán, y actuar en consecuencia. Esto es algo que ya había intuido lúcidamente el gran Simon Baron-Cohen, el mayor experto mundial en desarrollo mental, que describió la sorprendente capacidad de los niños, desde el primer año de vida, para manipular la realidad en el puro ámbito imaginación, y para hacerlo de infinitos modos, sin correr nunca pese a ello el riesgo de confundir lo real con lo fantaseado. Por su parte, Tommasello señala que esa habilidad para fantasear en grupo es la base para la organización social que esos niños van a crear cuando sean adultos. Parece ser que saber jugar a que “un palo es un caballo, yo te lo doy y tú te subes”, es la base para aceptar más tarde el principio de autoridad y el respeto a unas normas sociales.
Así que lo que nos hace humanos no es precisamente nuestra capacidad para resolver sudokus en un plazo de tiempo corto. Lo que nos hace humanos parece ser que es nuestra profunda propensión a la comunicación, nuestro sentido de la generosidad, nuestro impulso para compartir vivencias y emociones porque sí y sobre todo, nuestra capacidad para la fantasía.
Lo más humano por tanto, desde el punto de vista antropológico, es la poesía.
Un buen pensamiento para comenzar un lunes lluvioso.