Joludi Blog

Jun 21
Caos Calmo.
Ayer vi en los Renoir una excelente película protagonizada por Nanni Moretti, ese icono vivo de la cultura italiana.
La película es del estilo de todo lo que le gusta a Moretti. Es una obra muy introspectiva, intimista, reposada. Para...

Caos Calmo.

Ayer vi en los Renoir una excelente película protagonizada por Nanni Moretti, ese icono vivo de la cultura italiana.
La película es del estilo de todo lo que le gusta a Moretti. Es una obra muy introspectiva, intimista, reposada. Para algunos será aburrida. A mi me parece tan brillante como las prodigiosas películas de Yasujiro Ozú, en las que no parece ocurrir nunca casi nada. Pero ocurre siempre todo.
Cuenta la historia de un directivo de empresa que pierde súbitamente a su esposa. Esa muerte le conmociona profundamente. Le desorienta. Pero, curiosamente, la reacción no es una debacle vital, sino una calmada y firme actitud de pasividad; el hombre suspende su actividad en su empresa y se limita a llevar cada día al colegio a su hija. Allí espera, sentado en un banco del parque, a que la niña salga de sus clases. Día tras día, su vida transcurre desde entonces en ese parque. Se limita a esperar y a mirar a la ventana.
Ese banco se convierte en el punto de encuentro por el que van desfilando diferentes personajes relacionados con el protagonista y cuyas circunstancias y relaciones van dando sentido y riqueza a la trama de la historia: su hermano, su cuñada, sus compañeros de trabajo, una mujer a la que salvó un día de ser ahogada…Cada uno de ellos con sus miserias, sus absurdos, sus contradicciones…La idea tan teatral de que la complejidad de la vida se focalice toda en un escenario único (un banco de un parque, por ejemplo) ha dado siempre muchísimo juego desde el punto de vista artístico. Ese es también el secreto del éxito de esa serie de televisión llamada Camara Café que tiene la virtud de sintetizar en un punto físico concreto la inabarcable riqueza de la vida y las relaciones en un grupo social.
Caos Calmo es un bello poema sobre la desorientación y la súbita conciencia de la falta de sentido de la vida. En ese sentido, yo creo que el guionista (o mejor dicho el autor de la novela que ha servido de base al guión) se ha inspirado en Bartleby, el Escribiente, la suprema obra maestra de Melville, que también nos habla de desorientación, de falta de sentido de la vida. Y que también nos cuenta una reacción calmadamente caótica a esa conmoción interior. Porque, al igual que el protagonista de Caos Calmo, Bartleby adopta la sencilla estrategia de la pasividad. Prefiere no moverse. No hacer nada. Solo mirar.
Y que la vida se tome la molestia de ir hasta él, si acaso lo desea. Ya que él no se toma la molestia de ir hacia ella.


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