Gatos, boquerones y ballenas.
Algún fenómeno desconocido viene causando últimamente gran mortalidad entre las ballenas y otros mamíferos marinos. En todos los mares. Ahora parece que se ha encontrado la explicación. Los culpables son los gatos domésticos. Resulta que las heces de los felinos afectados de la toxoplasmosis contaminan los desagües de las ciudades. Los ríos llevan hasta el mar el terrible parásito, el toxoplasma gondii. Los boquerones se infectan con esas aguas y la enfermedad acaba así afectando mortalmente a decenas de miles de ballenas, cachalotes, otarios…Es un ejemplo más del efecto mariposa. El planeta se nos está haciendo cada vez más pequeño. Y más absurdo: una anciana en Sabadell acaricia el nuevo gatito que le han regalado sus nietos y con ello se firma la sentencia de muerte de un gran cetáceo en el círculo ártico.