Gorro Frigio.
Hay quien dice, como en tono de broma, que la eventual moneda de curso legal de una futura república catalana se debería llamar barretina. Pues yo creo que habría que tomarse un poco en serio esta idea, por lo menos por razones lingüísticas. La barretina (una palabra de raíces universales que ha dejado huellas en incontables idiomas europeos, desde el inglés al ruso o el italiano : birrete, barret, beret, beretta…) es el más antiguo de los símbolos republicanos. Esto se debe a un equívoco. Los antiguos romanos estaban convencidos de que su patria fue fundada por un frigio, Eneas, venido de la legendaria Troya, que ellos pensaban (con razón) que debería estar en Frigia . En realidad, Eneas no pudo ser frigio, pues cuando se supone que huyó del reino de Príamo destruido por los aqueos, aún no habían llegado los frigios a esas tierras.
Pero el caso es que los romanos siempre pensaron que el hijo de Anquises llegó a la península itálica luciendo alguna de esas boinas frigias, en forma de barra alargada. Y desde entonces, el birrete frigio se convirtió en el símbolo de la liberación de los pueblos respecto a los reyes. La Revolución Francesa, simbolizada por Marianne tocada con el bonett phrigien no hizo sino restaurar un símbolo universal y antiquísimo que por cierto ya había protagonizado otras revueltas, como la que le organizaron los de la liga campesina al Marqués de Leganés en 1688, si bien es verdad que en aquella ocasión, los payeses gritaban, curiosamente, en favor de Carlos II, criticando tan solo el mal gobierno del virrey catalán: “visca el rei i mori el mal govern…”
