Joludi Blog

Feb 4
Sus Labores.
Hace poco mas de una semana llegaba yo feliz a Arraiolos, viniendo de Estremoz y sus bodegas, para admirar esos bordados prodigiosos que hacen todavía allí las mujeres alentejanas. Me dijeron que es un oficio a extinguir, como quizá lo...

Sus Labores.

Hace poco mas de una semana llegaba yo feliz a Arraiolos, viniendo de Estremoz y sus bodegas, para admirar esos bordados prodigiosos que hacen todavía allí las mujeres alentejanas. Me dijeron que es un oficio a extinguir, como quizá lo es también el encaje de bolillos de Camariñas y otras artesanías similares. 

Se está extinguiendo por tanto, aquí y allá, una tradición antiquísima que tiene su origen nada menos que en San Jerónimo y otros doctores de la Iglesia. 

Consideraban estos sabios que las hijas de Eva eran particularmente proclives a los malos pensamientos y a las escabrosas conductas si no tenían ocupación específica y si carecían de algo en que ocupar sus pecadoras manos. Pensaron entonces que la tentación femenina, siempre al acecho, podría remediarse mediante el oficio de la aguja. Y así surgió una tradición de competencia en costura y tejido que se ha venido exigiendo a toda mujer durante siglos, desde la más humilde campesina a las damas de la sección femenina franquista, pasando por las nobles y las reinas medievales que no se libraban de una adecuada formación en las artes del bordado, independientemente de su rango. Apenas hace un siglo, un Tratado de Pedagogía publicado en Barcelona (Bastinos, 1892), y escrito por una tal Pilar Pascual, abundaba en la estrategia de San Jerónimo, sosteniendo que: “…no solo desde el punto de vista de la economía es conveniente que las amas de casa sepan coser, bordar, etc…sino que esto contribuye a desterrar perniciosas costumbres, a detener extravíos de la imaginación exaltada y, en una palabra, a moralizar al sexo débil…


  1. joludi ha publicado esto