Joludi Blog

Jul 17
Precios.
¿Cómo aborda la ciudad de Venecia el problema de la masificación del turismo? Muy sencillo. Se esfuerzan en ahuyentar a los turistas mediante el sencillo expediente de sangrar sus bolsillos. Esto también lo han convertido en un arte. Para...

Precios.

¿Cómo aborda la ciudad de Venecia el problema de la masificación del turismo? Muy sencillo. Se esfuerzan en ahuyentar a los  turistas mediante el sencillo expediente de sangrar sus bolsillos. Esto también lo han convertido en un arte. Para los turistas todo es mucho más caro que para los locales. Y no me estoy refiriendo al hecho de que un café en Florian cueste 6 euros, que tiene su lógica después de todo (además, las primeras cafeterías de Europa fueron precisamente la de Venecia, como el Café de la Venezia Trionfante, fundado en 1720 y luego llamado caffé Florian, por el nombre de su fundador, y que era uno de los 200 cafés que había en Venecia en 1759). Me refiero a temas como el sistema de transportes públicos. Si eres un turista, coger el autobús (el autobús  acuático, bien entendido), cuesta seis euros por trayecto. Si  eres residente, no  pagarás siquiera un euro. Además, los turistas ven con gran fastidio cómo algunos autobuses solo admiten residentes: “permiso, permiso…” gritan los locales mientras se abren camino entre los grupos de turistas que ven con enojo cómo el “vaporetto” margina y casi humilla a los que son la verdadera fuente de ingresos de la ciudad desde hace cientos de años. Lo mismo ocurre con los aseos públicos distribuidos por la ciudad. Para los turistas, entrar cuesta nada menos que un euro (el mismo precio por cierto que en los servicios de Harrods en Kinghtsbridge). En cambio, para los locales, es gratis. Parece un poco absurdo, puesto  que un local tiene muchas alternativas, mientras que un visitante no, a no ser que se decida a enriquecer el cauce de los canales con sus fluidos orgánicos. Pero es así. No es de extrañar entonces que la mayoría de los visitantes de Venecia (exactamente el 60%) sean lo que los americanos denominan “day trippers”, es decir, vienen, ven y se van, todo en una única jornada.