Joludi Blog

Jul 19
Los Tacones del Cavaliere.
Otro de los infinitos inventos venecianos son los zapatos de tacones. Y me acuerdo de este interesante dato mientras leo, sentado en el maravilloso Harry’s de Trieste, Il Corriere de la Sera.
Porque resulta que a Berlusconi...

Los Tacones del Cavaliere.

Otro de los infinitos inventos venecianos son los zapatos de tacones. Y me acuerdo de este interesante dato mientras leo, sentado en el maravilloso Harry’s de Trieste, Il Corriere de la Sera.

Porque resulta que a Berlusconi le han pillado el otro dia los fotógrafos calzando unos espectaculares zapatos de tacón. Si, si. Zapatos con enormes alzas pensadas para hacerle parecer bastante mas alto de lo que es. Este sorprendente complemento viene a terminar de perfilar una interesante personalidad, caracterizada por una panoplia de artificios de coquetería y cirugía estética que el Cavaliere no tiene escrúpulos en reconocer, desde las operaciones de cirugía facial y el revolucionario tratamiento rejuvenecedor de la piel, hasta el implante capilar que decora su cráneo desde hace ya bastantes años.

Es un hombre obsesionado por la imagen y por la forma “televisiva” de presentar las cosas. Yo creo que esa forma de ser esta tan integrada en su caracter que ya forma una segunda naturaleza y el estadista empresario acaba por no saber distinguir bien entre realidad y ficcion. Cuando los periodistas le reprochan el turbio asunto de la “impronta digital” a los niños gitanos, que tanto está dañando tanto la imagen de Italia en el mundo, Berlusconi se enfada con su propio equipo de gobierno y dice que es que no lo están sabiendo vender. Explica entonces que se está tomando la huella digital a los churumbeles para hacer posible que vayan a la escuela, como dios manda. Eso es todo. Nada de racismo. Es puro afán de escolarización.

Pero Berlusconi sigue midiendo 1,71 de altura. Se ponga los tachi que se ponga. Y el fistro que ha montado Maroni y sus secuaces es más bien racista. No hay peluquines que disfracen esa realidad ni tacones que eleven la moral en marea baja.