Joludi Blog

Feb 14
El Escarabajo.
Me pregunta Mercedes si considero que la renuncia de Ratzinger es la noticia del siglo. “Muy fuerte ¿no?” me dice ella mientras apura el desayuno.
Pues no. Yo no creo que sea la noticia del siglo. Y tampoco me parece tan “fuerte”. A mí...

El Escarabajo.

Me pregunta Mercedes si considero que la renuncia de Ratzinger es la noticia del siglo. “Muy fuerte ¿no?” me dice ella mientras apura el desayuno.

Pues no. Yo no creo que sea la noticia del siglo. Y tampoco me parece tan “fuerte”. A mí por el momento, la noticia del siglo me sigue pareciendo que es la de los escarabajos peloteros, que también ha aparecido en estos últimos meses. Eso sí que es fuerte.

Me refiero al fascinante descubrimiento realizado por investigadores de la Universidad Lund, en Suecia. 

Han probado que los escarabajos peloteros se orientan gracias a la Vía Láctea…

Suena increíble, pero es así. Hasta ahora se pensaba, y esto ya era lo bastante fascinante, que estos coleópteros se orientaban por la luz de la luna. Pero los investigadores suecos pusieron a prueba esta hipótesis. Encerraron a un pobre coleóptero en una caja desde la que no tenía visión de nuestro satélite, pero sí de las estrellas. Y comprobaron que seguía orientándose a la perfección. Sin embargo, físicamente resultaba imposible que el órgano visual del escarabajo pudiese distinguir la posición de las estrellas. Así que solo quedaba la posibilidad de que el instrumento de orientación fuese la luz difusa de la Vía Láctea, cosa que se demostró justamente hace un par de meses.

Los escarabajos son quizá la criatura de más rico y antiguo simbolismo. Los antiguos egipcios se asombraban viendo al escarabajo pelotero, al que llamaban khepera, “lo que vuelve”, cómo surgía, aparentemente, de la humilde basura. Y luego su asombro aumentaba cuando veían cómo surgían como de la nada sus alas escondidas, las que le permitían escapar del sucio mundo material, tal como sin duda debía hacer el alma en su vuelo hacia otras dimensiones de la realidad. 

Ahora sabemos que entre los humildes escarabajos peloteros (la criatura favorita de Dios, según la broma de Haldane) y la inmensa galaxia en la que nos encontramos, existe un misterioso hilo conductor. Ambos entes articulan su movimiento de una forma que no puede sino recordar la vieja sabiduría de Hermes Trimegisto, la filosofía esotérica que se pensaba inspirada directamente por el dios egipcio Tot, a quien los griegos llamaban Hermes: lo de arriba es como lo de abajo.

Pues sí. Parece ser que en esto al menos, la Tabla Esmeralda, que tanto obsesionó a Newton, su ilustre traductor, estaba en lo cierto: lo de arriba es como lo de abajo.

La pelotita de estiércol a la que da forma el escarabajo resulta ser un misterioso trasunto de la esfera inconmensurable del Cosmos. 

Así de sencillo y así de fascinante. La noticia del siglo. Muy fuerte.


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