Joludi Blog

Mar 3
Burbujas.
Nuestra interminable crisis es el resultado de la implosión de una burbuja, como bien sabemos. Pero ¿quién fue el responsable de esa burbuja? Nos quieren hacer creer que fue el ciudadano medio, viviendo por encima de sus posibilidades, el...

Burbujas.

Nuestra interminable crisis es el resultado de la implosión de una burbuja, como bien sabemos. Pero ¿quién fue el responsable de esa burbuja? Nos quieren hacer creer que fue el ciudadano medio, viviendo por encima de sus posibilidades, el muy irresponsable y aprovechado…

La realidad es bien distinta. Toda crisis de este tipo tiene su origen en una locura crediticia previa. Y por lo tanto hay que responsabilizar de ella al capital, no al trabajo. El capital la genera, el trabajo la sufre.

La primera gran burbuja que registra la historia económica fue la de los Tulipanes, en los Países Bajos, en los comienzos del XVII. Esa burbuja, tan estúpida como devastadora, fue solo la consecuencia directa de la creación del Banco de Préstamos, por parte del Ayuntamiento de Amsterdam, en 1614.

Y así todo. Las burbujas, y las crisis, son inherentes a la existencia de un sistema bancario y una economía fiduciaria que por su propia naturaleza tiene aversión al control y la autolimitación. 

Y la historia misma del capitalismo moderno es la historia de unas burbujas que se encadenan unas con otras, creando ciclos sin fin de pobreza y ansiedad crónica en las clases desfavorecidas. La burbuja inmobiliaria tiene sus raíces en la expansión del crédito con las puntocom. La burbuja de las puntocom arranca de la locura expansiva de Japón y USA en los ochenta. A su vez, esa expansión tuvo su punto de partida en el boom de los créditos para latinoamérica a finales de los setenta.

Y así sucesivamente. Hasta el infinito.


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