AL LECTOR.
Lector, éste es un blog de buena fe. Te advierte desde el inicio que el único fin que me he propuesto con él es doméstico y privado. No he tenido consideración alguna por tu servicio ni por mi gloria. Mis fuerzas no alcanzan para semejante propósito. Lo he dedicado al interés particular de mis parientes y amigos, para que una vez que me hayan perdido-cosa que les sucederá pronto–puedan reencontrar algunos rasgos de mis costumbres e inclinaciones y para que así alimenten, más entero y más vivo, el conocimiento que han tenido de mí. Si hubiese sido para buscar el favor del mundo, me habría adornado mejor, con bellezas postizas. Quiero que me vean en mi manera de ser simple, natural y común, sin estudio ni artificio. Porque me pinto a mi mismo. Mis defectos se leerán al natural, con mis imperfecciones y mi forma genuina hasta donde el pudor y la decencia me lo han permitido. De haber estado entre aquellos pueblos que, según dicen, todavía viven bajo la dulce libertad de las primeras leyes de la naturaleza, te aseguro que me hubiera gustado muchísimo pintarme del todo entero y del todo desnudo. Así lector, soy yo mismo la materia de mi blog; no es razonable que emplees tu tiempo en un asunto tan frívolo y tan vano. Adios, pues.
(El sabio y amable lector, habrá descubierto la travesura. Habrá comprendido al instante que estas no son mis palabras, sino la introducción que escribe Montaigne para sus Ensayos, cambiando tan solo dos palabras. ¡Qué texto tan pasmosamente moderno y sugestivo, a pesar de haber sido escrito hace casi medio milenio! Asombra comprobar cómo Montaigne resulta que se está psicoanalizando en cada una de sus soberbias páginas. En cierto modo nos da él mismo la pista: “je suis moy-mesme la matiere de mon livre”. Qué notable que las lúcidas, eruditas, fantásticamente bien escritas y profundísimas páginas de los Ensayos, que hablan con maestría inigualable de todo lo humano y lo divino, sean en última instancia un puro viaje introspectivo. Un simple viaje interior hacia lo más recóndito del alma del autor.)
