Pompas de jabón.
Mark Twain decía que una pompa de jabón era la cosa más maravillosa del mundo. Y que si no la pudiésemos fabricar a voluntad en nuestra casa, sería algo cotizadísimo, por lo que los millonarios pagarían exorbitantes cantidades. Puede ser. Y a poco que pagasen por ellas, las burbujas serían la cosa más cara del mundo. Porque el grosor de una pompa se mide en nanómetros (alrededor de 25 nanómetros, exactamente), es decir, apenas un puñado de millonésimas de centímetro. Y se diría que saben matemáticas, pues cuando se juntan, crean formas que ofrecen el mayor volumen posible para una superficie dada, tal como se demostró hace ocho años con el teorema de la doble burbuja…
Sabias, bellas, intrascendentes…están más cerca de la nada que del ser. Pero son perfectas en su infinita insignificancia.